En julio pasado, China anunció restricciones a la exportación de minerales como el germanio, galio y sus compuestos químicos, utilizados para fabricar piezas para chips, equipos de telecomunicaciones y vehículos eléctricos.
También el grafito, un material clave para las baterías de los vehículos eléctricos, se someterá a controles de exportación el 1 de diciembre.
Aunque Beijing ha alegado que la prohibición de exportar estos minerales fundamentales se debe a razones de seguridad nacional, los observadores han denunciado que China ha intensificado su guerra comercial con Estados Unidos y Europa.
Tras este paréntesis, China ha reanudado parcialmente la exportación de estos minerales. Los comerciantes chinos que deseen exportar germanio y galio deben ahora solicitar licencias al gobierno y facilitar información sobre la identidad de sus clientes y el uso de los minerales.
Los comerciantes chinos exportaron pequeñas cantidades de germanio y galio en octubre, después de no haber exportado casi nada en los dos meses anteriores.
Sólo se exportaron 0,65 toneladas de germanio en octubre, frente a las 8,78 toneladas de julio, mientras que las cifras de galio fueron de 0,25 toneladas frente a 7,58 toneladas. China exportó 44 toneladas de germanio y 94 de galio en 2022.
Es probable que se produzca alguna mejora en las tensas relaciones entre China y EE. UU., luego de que los presidentes Xi Jinping y Joe Biden se reunieran en San Francisco la semana pasada.
Sin embargo, los inversores no deben esperar demasiadas concesiones por parte de China, dado que EE. UU. y la UE no han relajado las restricciones comerciales sobre chips semiconductores especializados y equipos solares a China.
El mes pasado, el Departamento de Comercio de EE. UU. anunció que impedirá la venta a China de algunos chips avanzados de inteligencia artificial (IA) por temor a que puedan utilizarse con fines de desarrollo militar. En concreto, las empresas no podrán exportar a China los chips A800 y H800 del fabricante de chips Nvidia.
En julio, el Senado de Estados Unidos aprobó por abrumadora mayoría una enmienda a la ley anual de defensa que prohíbe a China comprar petróleo de las reservas de emergencia de Estados Unidos.
La enmienda pretende restringir las ventas de petróleo estadounidense de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) a empresas bajo control del Partido Comunista Chino.
Los países nórdicos podrían ser la respuesta
China representó el 70% de la producción minera mundial de tierras raras en 2022, y Estados Unidos importa casi tres cuartas partes de su suministro de tierras raras de ese país. Esto coloca a Estados Unidos tiene una posición poco envidiable, con una casi total dependencia de los minerales de tierras raras de China.
Por suerte para EE. UU. y sus aliados occidentales, hay una salida. Los países nórdicos, en particular Groenlandia, Noruega, Suecia y Finlandia, son ricos en cobalto, níquel, litio, grafito y diversos elementos de tierras raras que siguen en gran medida sin explotar.
Según el Consejo Nórdico de Ministros, el lecho rocoso nórdico alberga más de 43 millones de toneladas de yacimientos económicamente viables de minerales de tierras raras.
Según Bloomberg New Energy Finance, Finlandia, Suecia y Noruega se encuentran entre los ocho países más favorables para el desarrollo de minerales críticos y de la cadena de suministro de baterías.
Además, los gobiernos nórdicos tienen un historial de compromiso con las prácticas mineras sostenibles, lo que los hace ideales para las industrias occidentales que buscan minerales de origen responsable lejos de China.
Estados Unidos y sus aliados ya han sentado las bases que hacen posible el establecimiento de futuros acuerdos de suministro. En junio de 2022, Estados Unidos y sus socios del G7 pusieron en marcha la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Globales (PGII, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es crear cadenas de suministro de energía limpia mediante la cooperación entre países amigos.
Los países también firmaron la Asociación para la Seguridad de los Minerales para producir, procesar y reciclar minerales críticos. En enero de 2023, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que un elemento clave de la nueva estrategia industrial del bloque será forjar asociaciones mundiales para acceder a los insumos necesarios para la industria.
Esta iniciativa se basa en otras ya existentes en la UE, como la Ley de Materias Primas Críticas y la Alianza Europea de Baterías, ambas encaminadas a asegurar las cadenas de suministro en tierra.
Todas estas iniciativas marcan la aparición de una “política industrial conjunta” por la que los Estados del G7 pretenden coordinar sus estrategias industriales a escala internacional y también construir sus cadenas de suministro en colaboración.
Esto significa, en efecto, que estos países trabajarán juntos para garantizar el suministro de las tecnologías necesarias y crear mercados en pro de industrias con emisiones netas cero en sus países individuales.
Esto tendría sentido, según los estudios realizados por el Net Zero Industrial Policy Lab de la Universidad Johns Hopkins han llegado a la conclusión de que los países democráticos tienen potencial para producir suficientes minerales que permitan al mundo limitar el calentamiento global a no más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
Sin embargo, los mismos estudios afirman que sería necesaria una extraordinaria cooperación tecnológica y financiera entre estos países para poder explotar con éxito estos recursos.