Daño ambiental: minería ilegal de oro desapareció al río Nechí

Tomado de: https://www.noticiasrcn.com/

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Manos criminales siguen destruyendo el medio ambiente en el país, este es el caso que se presenta en el Bajo Cauca antioqueño. Tramos hasta de cinco kilómetros del río Nechí han desaparecido.

“La minería ilegal sobre el río Nechí entre los municipios de El Bagre y Nechí ha tenido unos efectos a lo largo de los años casi irreversible”, aseguró el general Raúl Fernando Vargas, comandante de la Fuerza de Tarea Aquiles.

Hay afectaciones en la fauna y flora de la zona. Cerca de 60.000 hectáreas han desaparecido en búsqueda de oro. Lo que antes era una espesa y rica vegetación, hoy es un terreno desértico donde solo se ven piscinas de mercurio y dragas que han sido instaladas para arrancar pedazos de una tierra fértil.

Allí impera el poder de grupos como el Clan del Golfo y Los Caparros que se disputan las ganancias de la minería ilegal.

“Tienen componente criminal focalizado o los que conocen como milicias que coaccionan a la población, amenazan, exigen pagos extorsivos y esto afecta a la población que ejerce la minería artesanal ,industrial con licencias ambientales y de explosión”, señaló el general Vargas.

La recuperación al grave daño al ecosistema puede tardar entre 50 y 60 años.

¿Dónde está ubicado el río Nechí?

Este afluente está ubicado en un municipio del Bajo Cauca que lleva su mismo nombre y tiene una extensión de 320 kilómetros. Su recorrido inicia en Yarumal y sirve de límite entre los municipios de: Angostura, Valdivia, Caucasia, campamento, Cáceres, Anorí, Zaragoza, El Bagre y Tarazá. Desemboca en el río Cauca y once caudales más del departamento.

Río Nechí

Cifras de la minería ilegal en el Bajo Cauca

En Antioquia no se detienen las operaciones militares para atacar la práctica de la minería ilegal. Tres zonas del Bajo Cauca reportan la mayor afectación en el ecosistema.

En ‘jaque’ siguen algunos bosques y ríos del Bajo Cauca. La práctica de la minería ilegal es devastadora, en varias zonas estratégicas de Zaragoza y El Bagre se continúa destruyendo la capa vegetal y las huellas son irreparables.

“La base sobre la cual hacen la extracción de los minerales está a base de mercurio y está llegando al agua, pero también haciendo unas afectaciones a los suelos de una manera muy compleja”, señaló Carlos Uribe, secretario de Ambiente de Antioquia.

En el río Nechí, uno de los afluentes más importantes de esta subregión antioqueña la práctica es a gran escala. En algunos extremos el cauce pierde vida y color.

La secretaría de Minas de Antioquia reveló que otro enemigo amenaza con destruir la naturaleza.

“Se encuentran dragones brasileños, llegan con estas tecnologías de grandes dimensiones y lo que hacen no solo afecta las dinámicas sino todas las vertientes naturales de los ríos”, indicó Jorge Jaramillo, secretario de Minas de Antioquia.

También preocupa el dominio que ejercen sobre la población algunos grupos armados.

Vamos a recuperar 10.000 hectáreas degradadas por actividades ilícitas. Además de reforestación, también se construirán ecoparcelas para que las familias se asienten en estos territorios y puedan tener unas prácticas dignas”, añadió Jaramillo.

La pandemia también se convirtió en otra amenaza, sobre todo en comunidades donde las oportunidades de empleo son escasas.

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