Minería ilegal yace en las entrañas de Azuay
Los habitantes de los cantones de Chordeleg, Paute y Sigsig son víctimas de la inacción de los entes de control contra la minería ilegal.
La provincia de Azuay se convirtió en un foco latente de la minería ilegal que golpea con mayor intensidad al cantón Camilo Ponce Enríquez, sin embargo, también opera sigilosamente en los cantones Chordeleg, Paute y Sigsig, con campamentos improvisados cerca de los ríos aledaños.
En los sectores Burra Playa, en Sigsig los problemas ambientales son serios pues el impacto de la minería ilegal en el agua , contaminada por metales pesados usados para la extracción del oro, provoca daños en la salud de sus habitantes y conflictos sociales.
De igual forma, el cantón Chordeleg y Sigsig registran contaminación de fuentes hídricas en el río Zhio, límite entre ambas ciudades azuayas.
Los habitantes advierten del inminente envenenamiento de animales silvestres; daño en el subsuelo; infertilidad de la tierra; liberación de sustancias tóxicas, entre otras.
Sin contar con los conflictos sociales a raíz de la avaricia de los mineros ilegales, quienes solo buscan saciar su sed de oro a costillas de la salud de los ciudadanos.
Por otro lado, el cantón Paute es otra ciudad atormentada por la ilegalidad. La actividad minera en este cantón se concentra en la explotación de áridos y pétreos y el sector San Pablo es uno de los focos de actividades ilegales de extracción de materiales de construcción, al igual que en el sector La Josefina.
Tres ciudades distintas, víctimas de la ilegalidad de una misma provincia, cuyos ciudadanos permanecen a la merced de la inacción de las autoridades.
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