Los mineros ilegales también se roban el material que está dentro de las 20 bocaminas de la concesión Imba 2, en Imbabura.
El Gobierno reconoce que ya no hay minería ilegal en la parroquia La Merced de Buenos Aires, en la provincia de Imbabura, pero sí presencia de mineros ilegales.
Los mineros ilegales buscan robar -progresivamente- 4.000 bultos de material rocoso que quedaron abandonados en la concesión Imba 2, y que fueron georeferenciados por parte de la Policía, las Fuerzas Armadas y la Agencia de Regulación (ARC).
Esos bultos quedaron abandonados en junio de 2019, luego de un mega operativo realizado por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para desalojar a unos 10.000 mineros de la concesión Imba 2.
Imba 2, de 4.810 hectáreas, fue la zona más afectada y devastada entre diciembre de 2017 y junio de 2019 por las actividades de minería ilegal de oro.
Esta concesión, que fue suspendida por el Estado, pertenece a la empresa Hanrine, subsidiaria en Ecuador de la minera australiana Hancock Prospecting. Según el comandante del grupo de caballería Yaguachi, Samer Pulles, en la zona ya no hay indicios de reactivación de la minería ilegal como tal.
Según el comandante del grupo de caballería Yaguachi, Samer Pulles, en la zona ya no hay indicios de reactivación de la minería ilegal como tal.
Pero sí mineros ilegales que ingresan para robarse el supuesto material rocoso en las noches y en las madrugadas, en busca de algo de oro.
Aparte de los bultos que estarían georeferenciados, los mineros ilegales se roban el material rocoso de la parte interior de las 20 bocaminas de La Merced de Buenos Aires.
Estas estructuras también fueron georeferenciadas por los militares, pero hasta el momento no han sido destruidas por las autoridades.
Los mineros ilegales se llevan los bultos usando poleas, con ayuda de caballos, mulas y burros, según información de inteligencia de las Fuerzas Armadas.
Rocas o mineral
La Agencia de Regulación (ARC) realiza un peritaje (análisis macroscópicos) a los 4.000 bultos para establecer si tienen material mineralizado, es decir, si las piedras contienen oro y otros minerales de valor.
Una vez que se tengan los resultados del peritaje, y de comprobarse que es material mineralizado, la ARC lo pondrá en conocimiento de la Fiscalía.
Además, se determinará el valor del mineral y el tiempo que tomará moverlo desde la concesión Imba 2.
Esa concesión era conocida como “Ciudad de Plástico”, debido a los toldos fabricados con plástico negro que usaban los mineros ilegales para armar sus campamentos en medio de la devastada selva.
De tesoros a estorbos
El comandante Pulles afirma que es difícil mover el material mineralizado de la concesión porque se necesita mucha fuerza.
Lo más práctico, dice, es que la Agencia de Regulación instale poleas para trasladar los bultos que se encuentran en diferentes puntos de la zona.
Pero, si el peritaje halla que los bultos no contienen material mineralizado, “éstos se convertirán en un pasivo ambiental“, según la ARC.
Y en ese caso, dice la Agencia, el tratamiento de estos residuos será “competencia de la autoridad ambiental (Ministerio del Ambiente y del Agua)”.
1.200 toneladas movilizadas
La ARC informó a PRIMICIAS que guarda en Imbabura, alrededor de 1.200 toneladas de material mineralizado, que fueron decomisadas por los militares en La Merced de Buenos Aires.
No ha habido más decomisos, pero sí alertas de personas que estarían intentando entrar a La Merced de Buenos Aires para llevarse los bultos que se encuentran todavía en la concesión Imba 2, según la ARC.