¿Es la región inglesa de Cornualles el nuevo El Dorado del litio? Esa es la apuesta de una empresa minera británica dispuesta a revivir una tradición ancestral aprovechando el auge de este mineral, indispensable para las baterías de los coches eléctricos.
Conocida por sus pintorescas playas y pueblos costeros, esta región del suroeste de Inglaterra acoge tierra adentro a la empresa Cornish Lithium, instalada en el emplazamiento de una antigua mina.
Su objetivo es extraer de sus cálidas aguas subterráneas suficiente litio para satisfacer la creciente demanda de baterías eléctricas, respetando el medio ambiente y defendiendo la industria británica.
Jeremy Wrathall, directivo de Cornish Lithium y antiguo banquero de inversión, se metió en el negocio en 2016, atraído por la revolución «verde» en los automóviles.
«Un amigo me dijo que se había encontrado litio en Cornualles y pensé que era algo que no se conocía en el Reino Unido», explica a la AFP.
El litio, identificado por primera vez en Cornualles en 1864, es un metal utilizado en las baterías recargables más usadas en los vehículos eléctricos.
Pero el camino para la empresa no ha sido fácil. Tuvo que obtener los derechos de perforación de los propietarios de las tierras y luego encontrar la tecnología para llevar el agua a la superficie y recuperar el mineral.
La compañía puede incluso plantearse utilizar el calor del agua y la energía geotérmica para generar energía limpia en sus instalaciones de extracción.
Cornish Lithium hace ensayos de momento en dos emplazamientos: uno en aguas subterráneas, el recurso más respetuoso con el medio ambiente y prometedor, ya que puede estar disponible en otros lugares de la región, y el otro en roca.
«Los primeros resultados son alentadores», afirma Wrathall, que alaba el «agua muy limpia de Cornualles», donde «hay mucho litio y muy poco de otras cosas, como sal o magnesio, lo que supone una gran ventaja».
Otra ventaja es la buena predisposición de los habitantes de Cornualles hacia el proyecto.
«Cornualles tiene una larga historia minera, por lo que la gente entiende el sector mejor que en otros lugares de Europa», afirma.
Su empresa no es la única que hace esta apuesta en la región. Su competidor British Lithium intenta extraer litio del granito.
Estas compañías son herederas de una tradición minera de 4.000 años -sobre todo para la extracción de metales como el cobre y el estaño- en Cornualles, donde la última mina cerró en 1998.
A pesar de las atractivas perspectivas, Cornish Lithium no tiene aún la certeza de pasar a la fase de producción, que espera alcanzar en 2025.
«Sabemos que podemos extraer litio. Queda por confirmar si podemos comercializarlo», dice su ejecutivo, que está dispuesto a «abastecer una parte importante de la demanda del Reino Unido», donde debería alcanzar las 75.000 toneladas en 2035.
– Soberanía energética –
Para el Reino Unido, se trata de una cuestión de soberanía en la carrera por la transición energética.
El litio se extrae principalmente en Sudamérica y Australia, y China domina la cadena de suministro.
A finales de diciembre, el Instituto Faraday, centro de investigación sobre baterías eléctricas en el Reino Unido, habló de una nueva «fiebre del oro» para metales como el litio, el cobalto y el níquel.
Y las necesidades van a ser enormes en este país que va a prohibir los nuevos coches de gasolina y diésel a partir de 2030. La empresa japonesa Nissan tiene el proyecto de desarrollar una gigantesca fábrica de baterías en Inglaterra.
Por el momento, «Europa no tiene ninguna oferta», lamenta Wrathall, lo que plantea problemas medioambientales, ya que el litio y las baterías fabricadas en Asia suelen producirse con combustibles fósiles contaminantes.
En Francia existe un proyecto para extraer litio del subsuelo de Alsacia y en Alemania el grupo Vulcan cree que podría producirlo en el valle del Rin.
Para Alex Keynes, de la oenegé Transporte y Medioambiente de Bruselas, a corto plazo es necesaria una extracción de litio respetuosa con el medio ambiente para satisfacer la explosión de la demanda.
Pero dentro de 15 o 20 años, «la mayoría de los materiales como el litio deberían proceder de un reciclaje eficiente y limpio» cuando las primeras baterías eléctricas lleguen al final de su vida útil, subraya.