China aprueba la construcción de la mayor central hidroeléctrica del mundo

La nueva planta en el río Yarlung Tsangpo proporcionará energía limpia a 300 millones de personas al año.

El gobierno chino ha dado luz verde a un ambicioso proyecto para construir la que será la mayor central hidroeléctrica del mundo en el río Yarlung Tsangpo, ubicado en la región autónoma del Tíbet. Esta monumental obra triplicará la capacidad de generación de la actual presa de las Tres Gargantas, que hasta ahora ostenta el récord mundial.

La futura central aprovechará el impresionante desnivel del río, que en su curso atraviesa el cañón más profundo de la Tierra con una caída de 7.667 metros antes de ingresar a la India. Gracias a este salto natural, se estima que la planta generará hasta 300.000 millones de kWh anuales, suficientes para satisfacer las necesidades energéticas de 300 millones de personas.

El emplazamiento estratégico del proyecto, en una zona donde el río desciende más de 2.000 metros en un tramo de 50 kilómetros, permitirá una producción adicional de 70 millones de kW. Sin embargo, la construcción en esta área montañosa y sísmicamente activa representa un desafío de ingeniería sin precedentes. Se prevé la perforación de túneles de entre 4 y 20 kilómetros de longitud a través de la montaña Namcha Barwa para desviar un caudal de 2.000 metros cúbicos por segundo.

La inversión estimada para este colosal proyecto asciende a un billón de yuanes, equivalentes a más de 130.000 millones de euros. Además de su magnitud técnica y financiera, la central hidroeléctrica en el Yarlung Tsangpo contribuirá significativamente a la estrategia de China de incrementar su capacidad de generación de energía limpia, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y avanzando en sus objetivos de sostenibilidad ambiental.

La construcción de esta megaestructura ha suscitado preocupaciones entre los países vecinos y organizaciones ambientalistas, quienes advierten sobre posibles impactos ecológicos y geopolíticos en la región. Las autoridades chinas aseguran que se implementarán medidas para mitigar los riesgos ambientales y garantizar la seguridad de la infraestructura en una zona propensa a terremotos.

Con este proyecto, China reafirma su posición como líder mundial en el desarrollo de infraestructuras energéticas de gran escala, consolidando su compromiso con la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.


C.A.