China ha inaugurado una gigantesca granja solar cuya extensión equivale al tamaño de la ciudad de Nueva York, marcando un hito en su transición energética. Este colosal proyecto, ubicado en la región de Qinghai, tiene la capacidad de generar energía suficiente para abastecer a millones de hogares, contribuyendo significativamente a la reducción de emisiones de carbono.
La granja combina paneles solares con sistemas de almacenamiento de energía de última tecnología, lo que permite un suministro constante incluso en horas sin sol. Este avance posiciona a China como líder global en el desarrollo de infraestructuras renovables y refuerza su compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2060.
Con este proyecto, el país no solo reduce su dependencia de combustibles fósiles, sino que también impulsa su influencia en la lucha contra el cambio climático, consolidándose como un actor clave en la sostenibilidad global.
C.A.