Colombia es uno de los países que más contamina el medio ambiente con mercurio el cual es usado frecuentemente en la problemática de minería ilegal que se presenta en muchas regiones y sus consecuencias pueden contribuir al cambio climático.

De acuerdo con las cifras presentadas por ONU Medio Ambiente, Colombia es el cuarto país con más emisiones de mercurio en el mundo y el 94% de éstas se deben a las malas prácticas en la minería tradicional de oro.

Por esta razón la Corporación Autónoma Regional de Cauca CRC reforzó las medidas en el departamento del Cauca para combatir esta práctica y adelanta acciones de protección y vigilancia de los recursos naturales y del ambiente en articulación con el Ejército Nacional, Policía Nacional, CTI y Fiscalía, para evitar el deterioro ambiental en muchas regiones del Cauca.

El director general de la CRC Yesid González Duque indicó que “seguimos dando frente a la minería ilegal, nuestro compromiso es velar por la protección de los recursos naturales, no podemos permitir que sigan atentando contra el ambiente, por eso la estrategia es continuar desarrollando un trabajo articulado que nos permita dar golpes a la ilegalidad”.

Consecuencias ambientales
Según expertos, la extracción ilícita es una de las principales causas de la deforestación y contaminación en Colombia, eventos que contribuyen al calentamiento global.

De acuerdo con el Conpes para la deforestación de 2020, en algunas zonas mineras, la maquinaria pesada que produce gases efecto invernadero y el vertimiento de mercurio han causado la deforestación de 35.105 hectáreas de bosques aproximadamente en todo el país.

Además, el uso de mercurio genera problemas de salud por inhalación del químico no sólo para los trabajadores sino para las comunidades de los alrededores y contamina el agua generando dificultades de saneamiento ambiental.

Informes de la Contraloría General de la República sobre las afectaciones ambientales en diferentes regiones del país indican que la minería ilegal genera modificación paisajística por la alteración de la morfología original del terreno, causa destrucción de áreas de bosque y vegetación y provocan la fragmentación del ecosistema y de hábitats frágiles.

Así mismo, en cuanto al agua superficial afecta la calidad del agua por el incremento de sólidos suspendidos y de arrastre de material a los cuerpos de agua que hay en el sector donde se desarrolla, como también por el aumento de sustancias químicas como el mercurio, el vertimiento de lubricantes aceites, grasas utilizadas para la maquinaria y equipos utilizados en la explotación y estancamientos de aguas que generan vectores de enfermedades endémicas.

En cuanto a la afectación del suelo, las investigaciones de la Contraloría indican que hay alteración y pérdida y erosión de suelos orgánicos por descapote, conformación de las terrazas aluviales, disposición de material estéril y disposición de residuos sólidos.

Con relación a la fauna y la vegetación indican que hay pérdida de biodiversidad debido al descapote que realizan para conformar las terrazas de explotación, creando un efecto visual negativo, que además altera las condiciones naturales del paisaje, alteración y fragmentación de hábitats que generan migración y extinción de individuos y especies.

Sobre el aire, explica que hay afectación del aire por material particulado en las zonas desprovistas de cobertura vegetal, por emisión de gases derivados del consumo y almacenamiento de combustibles, la quema de mercurio, afectación atmosférica por emisión de gases derivados del consumo y almacenamiento de combustibles, la quema de mercurio y la utilización de maquinaria como retroexcavadoras, dragas y mini -dragas utilizada en los sectores que son explotados, además de la generación excesiva de ruidos.

Estas alteraciones no sólo contribuyen a generar espacios para incrementar el calentamiento global en los sectores donde se realiza la minería ilegal y por ende contribuyen a alterar el clima de una región.