El consumismo es la causa del 60 % de todas las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI), de acuerdo con un estudio de distintas universidades de Estados Unidos.

Una de las más comunes es el consumismo de plástico. Esto contribuye a la emisión de GEI desde la extracción de los recursos con los que se producirán (combustibles fósiles), su fabricación, su transporte, hasta su disposición final.

Cuando se convierten en residuos emiten metano y etileno por exponerse a la radiación solar en agua o aire.

Pese a las consecuencias para la Tierra, cada año se producen en el mundo 380 millones de toneladas plásticas para diversos usos; de los cuales, 12.7 millones llegan a los océanos, destruyendo la vida de más de 700 especies.

Otro tipo de consumismo ocurre en la industria tecnológica, cuyos artefactos son fabricados con obsolescencia programada que promueve la sustitución de productos en lugar de la reparación.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que México encabeza la lista de los mayores generadores de “basura electrónica”. Cada habitante genera 3.2 kilogramos en promedio anualmente. De las más de 1.032 toneladas de basura electrónica que se desechan al año, menos del 17% se logra reciclar.

El ser arrastrados por el consumismo provoca un gasto de gran cantidad de recursos naturales, sobreexplotación de estos, pérdida de la biodiversidad en la fauna marina, entre otros.

E.F