La contaminación en el río Puyango – Tumbes generada por los desechos mineros datan desde el siglo XVI cuando los españoles llegaron a lo que es hoy el cantón Portovelo, en El Oro, según un reportaje del medio digital Primer Reporte.
El daño al río que es compartido con la nación peruana afecta a más de 700 mil habitantes entre ambos países y la remediación ha sido evadida por los gobiernos de turno, lo cual ha proliferado las enfermedades en los habitantes de las zonas cernacas al río.
El río Tumbes en Perú es el mismo que nace en Ecuador llamado Puyango que cruza la frontera cargado de los desechos mineros que son arrojados desde las plantas de beneficio ubicadas en el sitio El Pache de Portovelo, al borde del río, sin que las autoridades tomen medida alguna para contrarrestar los indicios de contaminación.
Con el incremento de las actividades mineras se aceleró la presencia de químicos contaminantes en el río, al punto de no ser apto para consumo humano.
Estudios han demostrado que el río contiene cianuro, mercurio, antimonio, magnesio, hierro, plomo, arsénico y cadmio fuera de los límites permitidos.
Una investigación en 2018 de la Dirección Regional de Salud de Tumbes (Dires) demostró que, «los residuos mineros tóxicos o relaves mineros producidos en tierras ecuatorianas habían contaminado ya toda la cuenca hidrográfica transfronteriza del río binacional Puyango-Tumbes», indica el reportaje.
Los resultados indicaron que la calidad del agua ya no era apta en 13 distritos de Tumbes
Posteriormente, en 2022 un nuevo análisis declaró en emergencia sanitaria los sistemas administrados por las Juntas Administradoras de Servicios de Saneamiento (JASS).
Ante la falta del vital líquido en las comunidades rurales, las personas se surtían del río, pero con los años comenzaron a padecer enfermedades en la piel y estomacales producto de la contaminación.
A esto se le suma las afectaciones para los agricultores, pues al cosechar lo sembrado se daña enseguida, lo que genera pérdidas para el sector.
E.F