Descubren una mina que vomita diamantes de incalculable valor a un ritmo nunca visto

Tomado de: https://www.huffingtonpost.es/

La minera canadiense Lucara Diamond sigue sorprendiendo al mundo con sus descubrimientos excepcionales en una explotación a cielo abierto de Botsuana.

La minera canadiense Lucara Diamond Corp ha conseguido algo que muy pocos podían haber imaginado. En menos de un mes, la empresa ha conseguido extraer de una mina a cielo abierto de Botsuana, la del yacimiento de Karowe, dos diamantes de un tamaño y una calidad excepcionales. Fue este verano cuando la firma anunciaba el hallazgo de una piedra preciosa de aproximadamente 2.942 quilates (588,4 gramos), lo que lo convierte en el segundo diamante más grande que jamás descubierto, solo superado por el famoso Cullinan, que se extrajo en 1905 en una explotación minera de Sudáfrica y que, antes de regalárselo por su cumpleaños al rey Eduardo VII para acabar adornando las joyas de la Corona británica, registró un peso que superaba los 3.000 quilates, unos 600 gramos.

Pero la suerte Lucara Diamond no se ha acabado con este hallazgo. El 15 de septiembre de 2024, la minera canadiense volvió a sorprender al mundo con el anuncio del hallazgo de otro diamante de dimensiones excepcionales, una gema de 1.094 quilates. Aunque de menor tamaño que el primero, las dimensiones siguen siendo extraordinarias, comparable a las de otros grandes hallazgos en la misma explotación minera, lo que reitera el estatus de la mina de Karowe como una de las más prolíficas del mundo respecto a la extracción de diamantes gigantes.

Karowe, una mina llena de potencial

Más allá de este extraordinario hallazgo, lo cierto es que la mina de Karowe (que Lucara Diamond explota desde 2012) se ha convertido en la última década en el escenario donde han aparecido los diamantes más legendarios del mercado de piedras preciosas, como el Sewelô (1.758 quilates en 2019) o el Lesedi La Rona (1.111 quilates en 2015). El valor de esta última piedra, sin embargo, pudo haber sido mucho mayor si no se hubiera dañado durante el proceso de tratamiento.

Para evitar incidentes de este tipo, la compañía canadiense ha integrado en sus procesos de extracción una tecnología de rayos X con capacidad para detectar las grandes piedras de acuerdo a la densidad de los materiales. El hallazgo de estos últimos diamantes, según el director ejecutivo de Lucara Diamond, William Lamb, confirma la efectividad de dicha tecnología y «el potencial extraordinario de la mina de Karowe, que certifica el acierto de nuestra inversión en el proyecto minero».

Pese a los hallazgos, los precios se desploman

Lucara Diamond, que cotiza en bolsa, pudo ver a finales de agosto como el valor de sus acciones se disparaba más de un 40% después de anunciar el descubrimiento del primer diamante extraordinario en la mina botsuana de Karowe. Sin embargo, pese a las buenas noticias, la empresa ha perdido cerca del 89% de su valor por culpa de un contexto en el que el precio de los diamantes en bruto ha caído desde 2022 un 25% por la competencia que representan los diamantes sintéticos y por culpa de la inflación, que ha afectado el poder adquisitivo de los consumidores.

El mercado de diamantes ha experimentado grandes cambios en los últimos años, con grandes actores como la minera británica Anglo American deshaciéndose de parte de su participación en De Beers, uno de los mayores productores de diamantes del mundo. Sin embargo, Lucara Diamonds sigue apostando por una mina a cielo abierto que no solo es una fuente crucial de ingresos sino que también sirve de poderoso reclamo publicitario.