En un contundente golpe contra la minería ilegal, las Fuerzas Armadas, en colaboración con la Policía Nacional, llevaron a cabo un exitoso operativo de desmantelamiento en el cantón Santa Rosa, provincia de El Oro, el pasado 20 de noviembre. La acción tuvo lugar en el sector de San Agustín, revelando un campamento clandestino.
Durante la intervención, se identificó, inhabilitó y destruyó de manera efectiva un campamento improvisado, dos bombas de succión, una clasificadora, tres dragas y nueve retroexcavadoras, elementos clave utilizados en estas actividades ilícitas.
El descubrimiento de nueve retroexcavadoras, tres dragas, dos bombas de succión y una clasificadora, entre otros equipos, destaca la envergadura de esta operación ilegal que operaba a plena luz del día en la tranquila zona rural del cantón. Este golpe sigue a otro reciente, realizado cinco días antes en el cantón Zaruma, donde se confiscaron 31 tacos de nitrato de amonio, tres tacos de explogel y 10 canecas de gasolina destinadas a la minería ilegal.
La provincia de El Oro ha sido históricamente afectada por la minería ilegal, y este operativo se suma a los esfuerzos continuos de las autoridades para combatir esta práctica delictiva que no solo daña el medio ambiente sino que también está vinculada a otras actividades criminales.
El problema de la minería ilegal no es exclusivo de El Oro, ya que otras provincias ecuatorianas también enfrentan desafíos similares. En Loja, Zamora Chinchipe, Napo y Chimborazo, las autoridades luchan por controlar las actividades mineras ilícitas que amenazan la integridad de la biodiversidad y los recursos naturales.
Recientemente, el 8 de noviembre, en el sector de Mina Vieja, provincia de Buenos Aires en Imbabura, las fuerzas militares llevaron a cabo un operativo que resultó en el decomiso de 2.580 sacos de material aurífero, 6 piscinas de sedimentación, cuatro cambuches, dos molinos de material aurífero y 28 galones de combustible, entre otros elementos utilizados para la minería ilegal.
La minería ilegal no solo representa una amenaza para el medio ambiente y la salud pública, sino que también se ha convertido en una actividad lucrativa para el crimen organizado. Se estima que esta práctica ilícita mueve millones de dólares, sirviendo como un atractivo canal para el lavado de dinero y las redes de narcotráfico, según fuentes de las autoridades.
Las autoridades han intensificado sus esfuerzos para abordar este problema, pero queda claro que la lucha contra la minería ilegal requiere una cooperación continua entre las fuerzas del orden, las entidades gubernamentales y la sociedad civil. La reciente acción en Santa Rosa es un paso importante, pero el desafío persiste en diversas regiones del país, exigiendo una respuesta integral y sostenida para preservar el patrimonio natural y la seguridad de la nación.
C. A.