La desaparición de la abogada María Belén Bernal en la Escuela Superior de Policía en Quito desató el rechazo de un país entero hacia uno de los destacamentos más importantes de formación policial en Ecuador.
Dicho repudio hacia el sistema de seguridad del país, da la vuelta al mundo y va más allá de una simple desaparición, pues es lamentable la forma de como se está abordando el caso desde la policía.
Apenas el jueves, el presidente Guillermo Lasso ordenó reforzar la búsqueda de Bernal y ofrecer una recompensa de US$ 20 mil, a quien entregue información sobre el paradero de su esposo, el teniente Germán Cáceres, primer sospechoso de la desaparición de la fémina, quien rindió su versión ante la justicia y desapareció, burlando al carente sistema sin ninguna medida cautelar inicial.
Debido a la inacción de las autoridades de turno, Prensa Minera, exhorta a la Organización de las Naciones Unidas, cuyo compromiso radica en la seguridad internacional, a actuar a favor de este caso, pues el país se ha sumergido en una ola de violencia que en esta ocasión surgió desde el interior de la «seguridad pública».