Una supuesta agenda oculta del dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Leonidas Iza que incluye el rechazo total a la minería, despierta una ola delincuencial de mineros ilegales y antimineros, disfrazada de manifestaciones que atentan contra la vida y tranquilidad de los habitantes que circundan los yacimientos minerales y a los trabajadores de empresas mineras legales.
Este rechazo absoluto de la actividad minera, ha dado razones para que zonas donde existían focos de violencia sistémica de mineros ilegales y antimineros extremistas con antecedentes de minería ilegal, camuflados de protestantes incrementen los conflictos contra la estabilidad laboral, económica y social de los ciudadanos que viven de la actividad extractiva responsable
Un ejemplo de este caso es la concesión minera de la Merced de Buenos Aires en Imbabura sitio que desde su boom minero en 2017, permaneció bajo la impunidad en el gobierno de Lenín Moreno y fue interrumpido solo por el operativo ‘Brillante Amanecer’ de 2018.
En este contexto ilegales radicales, que además exhibieron los éxitos económicos de ese boom, sin ser castigados decidieron atacar y violentar las instalaciones de la empresa minera Hanrine y de agredir a los trabajadores.
Aunque la acción policial y militar pudo restituir el orden del último atentado, los focos de violencia y de enriquecimiento ilícito de los dirigentes de minería ilegal siguen latentes.
Prensa Minera rechaza estos actos y exhorta a las autoridades a ejecutar investigaciones a estas entidades antimineras que tienen a sus servicios varios medios digitales, además señalamos que Leonidas Iza no tiene claro el panorama político pero sí tiene claro protagonizar el conflicto sin una solución coherente.