Organización emitió declaración frente la adjudicación de ITL por parte de CORFO a un consorcio de universidades extranjeras

Respecto a la inminente adjudicación de la licitación para implementar un Instituto de Tecnologías Limpias (ITL) para Antofagasta, convocada por CORFO, al consorcio de universidades extranjeras AUI con la participación de solo algunas universidades privadas chilenas, la Fundación Mi Norte se sumó a las diversas y numerosas declaraciones del ecosistema chileno de Innovación, Desarrollo y Emprendimiento, para manifestar lo siguiente:

«Hemos revisado las bases y procedimiento de licitación y llama la atención la poca información descrita respecto a la instalación que se quiere hacer en la Región de Antofagasta. En el alcance no se especifican cuántos metros cuadrados de infraestructura se levantaran, qué tipo de equipamientos y qué tipo de servicios se instalarían una vez adjudicados los fondos.

Sorprende una vez más, que los fondos entregados a universidades para impulsar al menos 100 emprendimientos tecnológicos en la región, no considere ningún actor relevante local en emprendimiento tecnológico. Tampoco pedimos que los fondos sean entregados a universidades locales sólo por ser locales, las cuales no han logrado demostrar un liderazgo de trabajo conjunto para el levantamiento de centros de excelencia en torno a la minería. Sin duda que esto representa el mayor desafío para ellas y el entorno de emprendimiento de nuestra región. En este norte debemos estar todos los actores involucrados, en especial la Gran Minería Privada que debe apoyar el desarrollo de las universidades locales en todo lo relacionado con innovación y emprendimiento de soluciones para la minería de los próximos 50 años.

El camino que se debe recorrer para avanzar de una idea a un producto (TRL) 1 al 9, como es el objeto de esta licitación, no se puede realizar en universidades solamente. Se requiere competencia y experiencia en haber empaquetado tecnologías con éxito. Cuando se realice el llamado de empresas de base científica y tecnológicas (EBCT), para hacer los productos y tecnologías, el nivel de inversión que se requerirá para cada una de ellas no está considerado en este presupuesto. Para llevar de un TRL 4 a 9 se requieren por tecnología, varios millones de dólares, sin embargo, estos no se consideraron dentro de las actividades. Es decir, estas empresas tendrán que salir a levantar capital y en ese sentido seguiríamos con el hándicap de falta de financiamiento para llevar las tecnologías al mercado.

La Fundación Mi Norte es el organismo en la Región de Antofagasta que congrega la mayor participación de proveedores de la minería en Chile, al sumar 1.300 empresas de este sector. Toda la capacidad de implementación de tecnologías en la zona está alojada en este universo. Somos actores principales del crecimiento que ha tenido en los últimos años, el ecosistema de innovación en Antofagasta.

Hemos trabajado en generar los primeros Coworks (IF y BHP), la primera red de mentores (Mi Norte), el primer Programa de Compra Local con pagos en menos de 7 días para proveedores (SAWU), los primeros programas de emprendimiento e innovación en los colegios técnicos (EUREKA) y ahora trabajando en el primer Laboratorio CoWork de la Región (Domolif) para impulsar EBCT biotecnológicas. Sin embargo, a pesar de constantemente demostrar que en la región existe talento, oportunidad, alianzas y compromiso, que existe un liderazgo reconocido a nivel nacional, CORFO ha elegido sostenidamente financiar proyectos extranjeros y afuerinos para impulsar el desarrollo regional.

Pedimos que se priorice a los proyectos regionales y que recorramos juntos el camino de crear capacidades, poniendo a las regiones primero, en el centro de financiamiento para el desarrollo de capacidades locales. Nosotros tenemos la capacidad y las redes de invitar a actores de excelencia a colaborar con nosotros.

Queremos señalar también que las universidades extranjeras nos merecen un profundo respeto, qué duda cabe del prestigio de ellas, sin embargo, sin la incorporación de actores y operadores locales que giran su actividad económica en torno a la minería, la adjudicación carece de sentido y visión de futuro.»