Los primeros días de mayo, Ecuador concretó un acuerdo financiero que pretende salvar las Islas Galápagos, sin embargo, la decisión ha causado críticas y preocupaciones.

El acuerdo propone una conversión de deuda por naturaleza. De esta manera, se reduciría la deuda del Ecuador. Sin embargo, el país perdería control soberano sobre la región. Y, si bien, el trato busca apoyar la conservación de las Islas Galápagos, también se encuentran sobre la mesa críticas y rechazos referentes a la administración de los fondos y la falta de claridad y transparencia en los proyectos a realizarse.

Los fondos de conservación van a ser gastados por un fideicomiso llamado Galápagos Life Found (GLF). El objetivo es invertir en proyectos que mejorarán la economía de las Islas Galápagos, al mismo tiempo que se protegen los océanos. Se generaría un problema, en el caso de que el dinero no se administre correctamente, pues el mismo fideicomiso se autorregula y no puede ofrecer una rendición de cuentas a nadie.

Para muchos esta alternativa podría aportar a la economía del archipiélago. No obstante, se tiene que asegurar la buena distribución de los fondos a largo plazo; sin duda una tarea difícil, tomando en cuenta la inestabilidad que vive el Ecuador en estos momentos.

¿Será esta una medida desesperada del presidente Guillermo Lasso?

A. V.