Tras los últimos entrenamientos entre pabellones, el Gobierno Nacional dispuso acertadamente el resguardo del Ejército en la Penitenciaria del Litoral para recuperar la soberanía del Estado ecuatoriano sobre este espacio que era controlado por bandas criminales.

Un enfrentamiento entre bandas de los pabellones 2 y 3 fue la causante de detonaciones dentro del este Centro de Privación de Libertad, la tarde del pasado 2 de febrero.

Ante esto, los uniformados de las Fuerzas Armadas en conjunto con la Policía Nacional acudieron al recinto carcelario y desde entonces, mantienen operativos de resguardo en los exteriores para garantizar la seguridad.

Tras los hechos violentos, se efectuó un control en los pabellones en los cuales se decomisaron municiones, armas de fuego, objetos cortopunzantes y varias herramientas.