La minería ilegal en la parroquia La Merced de Buenos Aires, Urcuquí, Imbabura, no existe por sí sola, esta viene acompañada de otros delitos, pero el principal y la madre de las extracciones ilícitas es la corrupción presente en las autoridades mineras.
Como lo habíamos anunciado, la corrupción de los Burócratas de larga data en la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales No Renovables (ARCERNNR), es el origen de los delitos ambientales de este sector provocados por la delincuencia organizada y la minería ilegal encubierta de antiminería extremista con el único objetivo de impedir bajo un discurso ambientalista el ingreso de mineras legales que sí respetan el derecho al trabajo digno de los propios comuneros y evitar la pérdida de estos territorios tomados a la fuerza.
Fue meritorio el accionar inédito del Gobierno Nacional, pero falló por la actitud sumisa de la Policía Nacional pero es necesario recordar que mientras los mismos de siempre ocupen los puestos públicos la ilegalidad volverá con nuevas estrategias y tranquilos de que no habrá una Fiscalía que arremeta en contra de la corrupción y defienda a los habitantes de Urcuquí.
B.M.