Por fin el Gobierno decidió cumplir con lo dicho en su discurso de combatir «con las fuerzas del orden» la minería ilegal, porque «es una amenaza a la estabilidad del Estado ecuatoriano».
Son los mismos de siempre quienes con improvisados discursos ambientalistas estigmatizan estos actos a favor de la seguridad ciudadana, ahora lo hacen con mayor énfasis bajo un proselitismo político con sed de votos y egoístas intereses que distorsionan la razón de lo que está haciendo el Gobierno, de garantizar la libre circulación y la seguridad en la zona.
Llamamos a la reflexión al sector antiminero para que utilice los canales legales de exposición de sus intereses y objetivos, y para que acepte debates con Prensa Minera en torno a la problemática minera.
B.M.