El cobre reanudó su repunte el miércoles, ya que los analistas y ejecutivos esperan que la creciente demanda y probablemente una baja oferta impulsen los precios aún más. La recuperación pospandémica de EE. UU. y el plan de infraestructura de la Administración Biden están ayudando a generar impulso para los metales básicos.
Goldman Sachs prevé que los precios promedian US$11.000 por tonelada durante los próximos 12 meses, según Business Insider. Para 2025, el metal podría tener un precio de US$15.000 la tonelada, un aumento del 66%, dijo Goldman en un informe titulado «El cobre es el nuevo petróleo».
«Las discusiones sobre el pico de la demanda de petróleo pasan por alto el hecho de que sin un aumento en el uso de cobre y otros metales clave, la sustitución de petróleo por energías renovables no sucederá», dijo el banco.
El estratega de metales de Goldman Sachs, Nicholas Snowdon, dice que las políticas ambientales impulsarán un boom de inversiones de capital a la par con las décadas de 1970 y 2000 en el transcurso de la próxima década y el cobre es el núcleo de la transición a la energía verde.
«Estimamos que casi US$ 16 billones tendrían que destinarse a una infraestructura centrada en el medio ambiente para lograr los objetivos de descarbonización, en comparación con solo US$ 10 billones en China durante el último superciclo», dijo Snowdon.
El metal de referencia industrial es crucial en el impulso global por una economía más verde y, en este momento, el mercado se enfrenta a una escasez de oferta. La demanda del metal rojo aumentará significativamente, hasta en un 900% a 8,7 millones de toneladas para 2030, estima el banco de inversión. Si este proceso es más lento, la demanda seguirá aumentando a 5,4 millones de toneladas, o casi un 600%.