El presidente Daniel Noboa encabezó la inauguración del esperado puente delta sobre el río Blanco, restableciendo la conectividad vial entre el noroccidente de la provincia de Pichincha, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas. El acto, llevado a cabo bajo un estricto protocolo de seguridad, celebró el fin de nueve meses de interrupción causada por las inclemencias del invierno pasado.
Sorprendido por los resultados finales de la obra, el presidente expresó su felicitación al Ministro, al Cuerpo de Ingenieros del Ejército y a la ciudadanía. Destacó la importancia del nuevo puente para el crecimiento del turismo y el aumento de ingresos para los habitantes locales.
Desde el miércoles 27 de diciembre, el paso se normalizó, eliminando la necesidad de utilizar canoas para el transporte entre sectores. Se estima que alrededor de 3,000 vehículos de diferentes tonelajes transitarán diariamente por los dos carriles de la nueva estructura, marcando un hito crucial para la reactivación económica en las zonas circundantes.
Con una longitud de 125 metros y capacidad para soportar hasta 48 toneladas, el puente garantiza la circulación fluida de vehículos, especialmente aquellos utilizados para el transporte de cargas pesadas. Roberto Luque, del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, elogió las labores de ingeniería que llevaron a cabo sobre el río Blanco, destacando la durabilidad del proyecto que podría extenderse por más de dos décadas.
El evento contó con la participación de autoridades locales de las tres provincias afectadas, quienes celebraron la restauración de la conectividad vial y anticiparon un repunte turístico en la región. Además, la obra brinda facilidades a ganaderos y agricultores, permitiéndoles llevar sus productos al mercado de manera más eficiente.
C.A.