La Minera Quebradona se propone generar seguridad en el trabajo y sostenibilidad en la operación, con proyectos que representan una revolución en el entorno minero.
Apoyada en pilares de innovación, la compañía Minera de Cobre Quebradona apuesta por procesos de explotación mineral que deriven en beneficios de orden ambiental, económico y social para los habitantes de este municipio del Suroeste antioqueño, para todas las comunidades de esta subregión y para el departamento y el país.
Andrés López, gerente de Innovación de Quebradona explica que esos pilares de innovación se resumen en tres enfoques: tecnología de punta, minería con propósito y manejo de residuos.
“El primer enfoque tiene que ver con tecnología de punta, adopción de tecnologías de la cuarta revolución industrial, que habla de vehículos autónomos y 5-G; el segundo enfoque tiene que ver con una minería con propósito, que haremos con la construcción de un Parque Biodinámico o Parque ecológico y turístico, ubicado al lado de una mina, y un tercer enfoque orientado al manejo de residuos como insumos para otras industrias”.
Minería 4.0 en Colombia
Desde el punto de vista de minería 4.0, de esa tecnología de punta, señala que, por ejemplo, se va a incorporar un vehículo autónomo, “que es un equipo capaz de manejarse solo, que no necesita un piloto, no necesita un conductor, no necesita una persona que le indique por donde debe ir, sino que es capaz de hacer ciertas rutas, ciertas acciones sin necesidad de tener un operario, y dependiendo de su nivel de autonomía puede incluso detectar un animal o una persona y decidir qué hacer, es decir, es capaz de tomar una decisión ética”.
Avances tecnológicos que en la minería tienen una razón de ser fundamental, la seguridad: “La obsesión del mundo minero es buscar que menos personas tengan interacción en lugares de riesgo, llámese en el fondo de la mina o afuera donde las personas están manejando vehículos muy grandes, con el riesgo de tragedias y accidentes. La minería a cielo abierto ha venido automatizando sus minas, pero la minería subterránea está haciendo una transición, más lenta por la red inalámbrica que necesita, porque en un socavón imagínese la cantidad de señales que tiene que transmitir por todo el socavón para que el vehículo pueda reaccionar, y eso está muy conectado a la 5-G”.
Ese proceso de automatización implica que posiblemente se descarte al conductor; sin embargo “ahora se crean más empleos sofisticados, porque se necesitan expertos en monitoreo, en ciencias de datos, en analítica, que hagan ese trabajo desde el computador. Es un cambio de contexto, no es desempleo, es más empleo, pero de calidad”.
El empleo de calidad exige formación y para ello la compañía tiene en el Sena a su aliado 1-A, incluso desarrollando nuevas competencias para las nuevas versiones de los equipos y máquinas que se van a tener en el transcurso de la construcción del proyecto y en la misma operación que será a partir de 2025. Desde el lado del análisis, de control de información y datos, universidades como la Nacional también hacen parte de esa alianza, junto a otros centros de formación que se enfocan en el tema de desarrollo de software, analítica y electrónica, también en áreas específicas de minería, geología y metalurgia.
Oportunidad para la subregión
Esa misma tecnología de punta, en la que se enmarca la red 5-G, que en el país todavía no es comercial y que hoy está en pruebas, permitirá en un futuro monitorear otros signos vitales del territorio, no sólo de personas, sino de la zona, por ejemplo, el tema de turismo o un tema ambiental.
Medellín es hoy el único municipio de Antioquia que tiene monitoreo ambiental permanente, pero con esa red 5-G municipios como Jericó y otros cercanos tendrían la posibilidad de tomar decisiones ambientales que garanticen salud y conservación, lo que sin Quebradona no se podría hacer.
Pero la intención de la compañía no es enviar un mensaje en el que se auto designe como la salvadora del cambio mundial: “Nosotros vamos a aportar una capacidad para que se beneficie básicamente el Suroeste en ese sentido y si logramos tener una red con muchos sensores conectados, mucha gente monitoreando y democratizar así la medición, será muy fácil poder tomar decisiones frente a los temas ambientales, frente a los temas de salud si fuera también necesario, incluso de temas territoriales, es una oportunidad muy interesante para la subregión”, apunta Andrés López.
Economía circular
Otro aporte que la compañía quiere hacerle al Suroeste y a Antioquia es avanzar en el tema de economía circular, que se construye sobre metas de reducción de entrada de materiales nuevos y, sobre todo, del manejo de los desechos de la actividad minera, que ha sido, sin duda, uno de sus más grandes retos a lo largo de décadas.
“Esa es nuestra apuesta”, dice el gerente. “Quebradona debe ser circular, con tres enfoques: primero, que recirculen los residuos, y para eso el 80% del agua va a seguir recirculando; segundo, buscar nuevas soluciones con los residuos, con lo que nos está sobrando y eso está asociado a llevarlo a otros escenarios, a otras aplicaciones, a otras formas de uso; y el tercer tema tiene que ver con alargar la vida de algunos equipos y máquinas para evitar traerlos desde otros países y así ayudar a la reducción de emisiones”.
Frente al complejo tema del manejo de los residuos, los llamados relaves que quedan después de extraer los minerales, cuenta el gerente que se trata de “una arena con un 12 a 14% de humedad, una arena fina, inerte, no tiene ningún problema de metales. La compañía se volcó a un trabajo de análisis a qué soluciones estaban desarrollando y empezamos a crear líneas de trabajo. Y hoy tenemos una línea alrededor de la pavimentación y estabilización de vías, alrededor del mundo de concreto de la cerámica, validamos también un tema de pinturas, alrededor de agricultura en la recuperación de suelos. Creamos un abanico de opciones y podemos decir que después de haber identificado y analizado, de haber hecho testeos, llegamos a diferentes soluciones, la primera es que lo aplicamos en mobiliario urbano, lo que incluye bancas, bebederos de agua, carteleras, techos en concreto fibroreforzado, materiales en los que se mezclan hasta el 60% de relaves, logrando desarrollar unos productos que son de muy buena aplicación. Fue un tema que estaba listo desde febrero de 2019 pero por la pandemia sólo logramos instalarlo finalizando el año pasado, cuando pudimos ir a Jericó y está instalado en tres colegios. Y el segundo tema, del que venimos hablando con la cementera Suelos y Pavimentos, que es experta en vías y lo que ellos aprueban en temas técnicos inmediatamente ya sirve para pavimentar, y con la Universidad de Antioquia para mirar la aplicación en vías”.
De esa manera, y analizando que Jericó y el Suroeste tienen un problema en sus vías terciarias, como lo tiene todo el país, vías abandonadas, lo que genera problemas de competitividad en la rapidez de la salida de los productos y la movilidad de las personas, sobrecostos y contaminación.
“Se hicieron todos los análisis fisicoquímicos, mecánicos, todo lo que se requería para poder ir a validar a campo, y después de las pruebas en campo se logró detectar que podemos usar nuestro relave hasta un 50% en la pavimentación o estabilización de vías terciarias”. Eso significa que bajan los costos del mejoramiento de vías hasta en un 30%, reduce el consumo de agua porque la arena ya tiene una humedad y evita emisiones de CO2 porque ya no es necesario ir a sitios lejanos a conseguir el material para pavimentar, por lo que el propósito ahora es extender esta técnica hasta alcanzar una cobertura en el Suroeste de 1.832 kilómetros en vías terciarias. Pero, además, aunque la apuesta final es llegar a un proceso con relave cero, de momento la idea es llevar este método a otras subregiones de Antioquia.
Parque ecológico
En el marco del segundo pilar, una minería con propósito e impacto social, una de las primeras conclusiones adoptadas fue la construcción de un Parque Biodinámico, un Parque Ecológico y turístico ubicado al lado de la mina, encuentro que antes se podía ver como improbable y que al final lo que va a mostrar es que sí se puede hacer, que la minería sí puede respetar el ambiente y sí puede potenciar el tema ecológico.
“Con el Parque tenemos un plan de sostenibilidad sustentado en tres enfoques”, expresa el directivo. “Primero, es el lugar donde vamos a tener los viveros para hacer todo el tema de reforestación, ahí es el corazón del desarrollo de diferentes especies que nos van a permitir hacer toda la regeneración del ecosistema del bosque seco-tropical, todo el cierre minero; segundo, un enfoque educativo y formativo porque el parque va a tener unas aulas especiales donde las personas van a aprender que es un espacio de todos, que cualquier persona se puede integrar allí en temas ambientales, turísticos, gastronómicos, etcétera; y tercero, el tema turismo, porque el Parque será un espacio con una capacidad para unas 1.800 a 2.000 personas, un espacio que puede tener durante un fin de semana lo mismo que puede tener un parque de una caja de compensación normal, que va a tener rutas y experiencias, que va a tener experiencias deportivas, experiencias puntuales alrededor de la arqueología, alrededor de la aplicación de la minería en tecnología de punta, queremos mostrarle a la gente cómo los minerales se usan en paneles, cómo se usan en vehículos autónomos, dónde es que se aplica para que la gente entienda que es que esto es el día a día, que convivimos con minerales, que va a tener un foco muy importante también para la familia, para el disfrute de los niños, y especialmente que será un parque circular, donde todo lo que se haga allí tiene que servir para abonar o para volverlo reutilizable”.
Apuesta integral
Este proceso minero impulsado por Quebradona es todo un motor para impulsar la dinamización económica del Suroeste antioqueño, que toca la educación, la 5-G con la formación de los operarios calificados, el turismo con el Parque ecológico y todo su trabajo asociado, también las nuevas vías y el trabajo con el relave, y, sobre todo, a los campesinos, a quienes hoy les sale más caro sacar el producto que dejarlo perder en la finca, porque en un invierno es muy difícil cargar la producción por las malas condiciones de las vías.
“A eso apunta el proceso, a una apuesta integral, por eso hablamos de un propósito de triple impacto: ambiental, económico y social. En lo ambiental se contempla el trabajo de regeneración, un cierre minero ambiental, un lugar donde se puede hacer avistamiento de aves, contrario a la crítica que se hace que porque la minería está al lado y entonces todas las aves se van a ir, eso no es real. En lo económico se busca la integración de las capacidades, que aumente el turismo y con ellos el consumo. Y en lo social porque quien se va a emplear allá tiene que ser de allá, quien va a ofrecer productos allá tiene que ser de allá.
Todo un esfuerzo por generar beneficios con impacto social y mostrarle al país que con una minería bien hecha se puede cambiar positivamente la vida de las personas y la calidad de vida de las comunidades alrededor de estos procesos.