Durante la incursión, se encontraron tres sacos de yute abandonados, los cuales contienen elementos clave para la fabricación de explosivos: 07 rollos de cordón detonante y 159 tacos de pentolita cilíndrica.

La incautación de estos materiales explosivos representa un duro golpe para las organizaciones criminales que operan en la minería ilegal. La utilización de explosivos en estas actividades no solo pone en peligro la vida de quienes las llevan a cabo, sino que también causa graves daños al ambiente y socava la economía legal del país.

En vista de ello, hacemos un llamado al Estado para que proporcione información sobre las marcas de explosivos presentes en estos puntos de minería ilegal. La sociedad necesita estar informada y consciente de la situación para poder actuar de manera más efectiva.

La minería ilegal constituye una amenaza para nuestra seguridad, el ambiente y la economía legal del país. Es imprescindible tomar medidas para erradicar esta práctica ilícita y desmantelar las redes criminales involucradas.

Instamos a las autoridades competentes a trabajar en conjunto para combatir la minería ilegal y desarticular estas organizaciones delictivas.

A.M.