El miércoles, los precios del cobre siguieron subiendo y los futuros de mayo alcanzaron un máximo de 4,7050 dólares la libra (10,373 dólares la tonelada) en Nueva York, niveles vistos por última vez durante la subida de octubre del metal de referencia, a la vista de un territorio récord.
El aluminio alcanzó un máximo histórico de 3.590 dólares la tonelada y el precio del níquel alcanzó un máximo de 11 años por encima de los 25.000 dólares la tonelada.
La preocupación por la interrupción de la oferta y las bajas reservas mundiales están detrás de este movimiento al alza, superando la preocupación por el impacto de la invasión de Ucrania en el crecimiento mundial, el aumento de los tipos de interés en el mundo desarrollado y la desaceleración de la economía en China.
Chile, responsable de más de una cuarta parte de la producción mundial de cobre, registró en enero su menor producción desde 2011, según mostraron el lunes las cifras del gobierno.
Si bien los inventarios de almacén han aumentado en China a medida que las refinerías de cobre del país, responsables de más de la mitad de la producción mundial, se reabastecen, los niveles mundiales siguen siendo estresantes. En febrero, los inventarios mundiales de cobre de la LME, la Bolsa de Futuros de Shanghái y Comex en Nueva York cayeron a sólo 200.000 toneladas, apenas suficientes para cubrir tres días de consumo mundial.
La perturbación rusa
«Hay más señales de que los riesgos geopolíticos se han convertido en interrupciones del suministro», dijo el banco de inversión ING en un informe citado por el Mercado de Metales de Shanghai, después de que las tres mayores compañías navieras de contenedores del mundo suspendieran los envíos a Rusia.
ING dijo que hay indicios de que los flujos de metal en Rusia son cada vez más limitados debido a los problemas de transporte.
Rusal es el mayor productor de aluminio fuera de China y Norilsk representa alrededor del 10% de la producción de níquel refinado a nivel mundial. Las existencias mundiales de níquel están en sus niveles más bajos desde 2019.
Bloomberg informa que los suministros son especialmente escasos en Europa y las primas en alza para el metal en efectivo en Europa habían llevado a los comerciantes a cambiar a los buques de ruptura a granel para enviar el metal todo el camino desde los almacenes en el Puerto Klang de Malasia -incluso antes de que estallara la guerra:
«Grandes volúmenes de aluminio, así como de cobre, fluyen regularmente desde San Petersburgo, en Rusia, hacia los puertos europeos de Rotterdam y Vlissingen, y corren el riesgo de verse interrumpidos a medida que se extiende el caos en los mercados marítimos».