Maria Fernanda Espinoza Defiende los Principios Recogidos en el Acuerdo de París Ante la ONU

La Canciller enfatizó la responsabilidad de los países desarrollados de ofrecer apoyo y asumir el liderazgo en la complementación de mecanismos de defensa contra la degradación marina.

La ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, en el desarrollo de la Conferencia de la ONU, planteó la necesidad de poner en marcha el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14 a través de un acuerdo global que permita a los países conservar los ecosistemas marinos.

El acuerdo de Desarrollo Sostenible fue admitido en septiembre de 2015 para reducir el impacto de la contaminación marina hasta el 2025.

Ecuador, en representación del Grupo de los 77 más China, propuso en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establecer una alianza mundial que permita la transferencia tecnológica y de conocimientos para implementar mecanismos que salvaguarden los océanos, mares y recursos marinos.

Espinosa indicó que este objetivo requiere de una alianza mundial para obtener transferencia de tecnología y de conocimientos, que faciliten a los países con menor disponibilidad de recursos científicos, ocuparse de su propia diversidad marina y costera.

Resaltó la importancia de disponer de herramientas y del equipamiento necesario para evitar la degradación de los océanos.

«La implementación efectiva del Acuerdo de París es fundamental y de gran importancia», afirmó Espinosa en un discurso en la Asamblea General de la ONU y hablando a nombre del Grupo de los 77 más China. La convención impulsada por la ONU que llevó a completar ese instrumento internacional en París, en diciembre de 2015, «Es y debe seguir siendo el principal foro internacional e intergubernamental para negociar la respuesta global al cambio climático».
En su discurso, la canciller ecuatoriana aseguró que los efectos adversos en los océanos del cambio climático pueden tener «consecuencias profundas y nefastas para los organismos y ecosistemas marítimos».La decisión recibió una fuerte respuesta tanto internacional como nacional, ya que autoridades locales de Estados Unidos han rechazado ese anuncio y se han adherido a los principios recogidos en la Convención Marco de la ONU para el Cambio Climático.

 

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