El doble crimen, ocurrido en el distrito de Suyo, Ayabaca, donde Wiski Vélez Bone de 16 años fue decapitado y su cabeza encontrada en Macará, Ecuador; junto a otro ciudadano cuyo cuerpo yacía desnudo y con signos de violencia devela la gravedad de la minería ilegal transnacional y sus delitos conexos.
Espeluznante, tras la necropsia realizada en la morgue del Ministerio Público, Vélez fue decapitado de tres a cuatro machetazos y aunque el cuerpo fue dejado en la quebrada de Cachaquito en Suyo, Perú, su cabeza fue encontrada en Macará, Ecuador y fue reconocido.
Bandas de Ecuador, Colombia y Venezuela estarían inmersas en asesinatos y extorsiones, minería ilegal y narcotráfico en esta jurisdicción perteneciente a Perú. Este país logró la captura de ocho integrantes de la presunta banda criminal que asesinó a los ecuatorianos, denominada “Tren de Aragua”, quienes serían el “brazo armado” y encargados de imponer el cobro de cupos y extorsiones a empresarios.
Esa es la realidad de nuestros países. De Venezuela al Perú lo que abunda es delincuencia armarda, criminal y ahora con acceso a la riqueza casi infinita de la minería ilegal. Venezuela, sumida en una crisis indescriptible; Ecuador, en una crisis política que apenas empieza; y Perú con un Gobierno que debe ampararse en la fuerza de las armas, para sostenerse: El caldo de cultivo perfecto para una minería ilegal trasnacional.
Fuente foto: Gobierno de Perú
B.M.