Un nuevo enfrentamiento se suscitó en la parroquia Buenos Aires por parte de los mineros ilegales comandados por los Tates, quienes buscan adueñarse de concesiones mineras.

Los ilegales impidieron el paso de un vehículo de la empresa minera responsable Hanrine, por lo cual se requirió la presencia de la fuerza de seguridad pública para restaurar la calma.

A través de perfiles antimineros, los ilegales denunciaron en redes sociales el hecho, omitiendo que ellos perpetraron el ilícito al no permitir la libre circulación e impedir el desarrollo de las actividades mineras legales.

Esto demuestra que existen intereses personales detrás de dichas acciones.

El líder de estas operaciones ilícitas, Tates, busca presionar a la empresa privada y al gobierno con el fin de obtener una concesión para su beneficio económico personal.