El jefe de la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Ecuador, Juan Pablo Corlazzoli, presentó las observaciones del proceso democrático de las elecciones seccionales 2023, del 5 de febrero.
El informe de 25 páginas señaló la oportuna convocatoria al referéndum que «se hizo usando el marco constitucional y legal establecido y permitió economizar recursos (al no tener que organizar un proceso únicamente para la consulta)». Esto a pesar de que «implicó ajustar procesos y programas en un corto plazo, por ejemplo, el voto telemático, la impresión de material y la integración de las Juntas Receptoras del Voto (JRV)».
Agregó que este ajuste conllevó a reiniciar procesos en curso, como la capacitación, también puso una presión adicional en la fase de escrutinio de votos y digitalización de actas, que resultó en una transmisión general de resultados «notablemente lenta».
Por otro lado, resaltó que diversos actores coincidieron que el tiempo de campaña fue escaso (30 días) para el debate y reflexión de los votantes tanto sobre los candidatos como de las ocho propuestas de la consulta que «versaban sobre temas de muy distinta naturaleza», según el informe.
La MOE/OEA reconoció los esfuerzos del Consejo Nacional Electoral (CNE) por agilizar el proceso el día de la elección, incluyendo la incorporación de un quinto miembro de la JRV y la división del escrutinio en dos grupos, para el conteo simultáneo de las elecciones seccionales y de alcance nacional (consulta y CPCCS).
Además enfatizó el escenario violento previo a las elecciones que dejó dos aspirantes políticos asesinados y una docena de atentados a figuras políticas en Ecuador, entre otras observaciones de antes, durante y después de las votaciones.
La misión la conformaron 20 observadores, observadoras y especialistas de nueve países, quienes se desplegaron en siete de las 24 provincias del territorio ecuatoriano.
B.M.