Los precios del oro se estabilizaron el lunes cerca de un máximo de tres semanas alcanzado la semana pasada, ya que la propagación de la variante ómicron del coronavirus en el hemisferio norte sofocaba el apetito por activos más riesgosos.
El oro al contado sumaba un 0,1% a 1.798,72 dólares la onza a las 1045 GMT, mientras que los futuros del oro de Estados Unidos perdían un 0,3% a 1.799,70 dólares la onza. En la sesión anterior, el metal anotó sus niveles más altos desde el 26 de noviembre.
Las acciones europeas caían más del 2%, en medio de una liquidación global de activos de riesgo, ya que a los inversores les preocupa que las restricciones por el COVID-19 impacten de nuevo a la economía global ante el aumento de casos de la variante ómicron.
El oro, considerado como una cobertura ante la inflación y la incertidumbre geopolítica, también se ha visto beneficiado por las expectativas de alzas de tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense en 2022, puesto que impulsaría al dólar y encarecería al lingote para inversores extranjeros.
Entre otros metales preciosos, la plata operaba con pocos cambios en a22,35 dólares la onza; mientras que el platino bajaba 0,3% a 926,92 dólares la onza; y el paladio cedía un 2,9% a 1.729,77 dólares la onza.