Perú podría demandar ambientalmente al Ecuador por contaminación minera en el río Napo

El Perú ya demandó a Ecuador por la contaminación minera presente en la cuenca del río Puyango - Tumbes.

La contaminación generada por el foco de minería ilegal presente en las juntas del río Anzu y Jatunyacu (mucha agua), los dos ríos que forman el alto Napo y el mismo que luego recibe los aportes del río Aguarico y Curaray y desemboca kilómetros abajo de la capital del departamento de Loreto, Iquitos, en el Perú.

Cabe recalcar, además, que el río Napo también es victima de otra contaminación que se derivó del accidente por el deslave sobre el oleoducto de crudos pesados que afectó de la misma manera a la cuenca de este río.

Súmele aquello a la erosión que manifiesta el río Coca, otra fuente de Napo, por la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Todo lo anterior construye el escenario perfecto para una nueva demanda por parte del Estado peruano en contra del Ecuador por contaminación, sobre todo de impacto minero, a más de la minería aluvial que se está practicando en la zona de Yutzupino – Tena – epicentro de la minería ilegal hoy del Ecuador, en la que se usa también mercurio y cianuro.

Prensa Minera advierte al Ecuador y al Gobierno de este peligro que podría acarrear cortes internacionales significando, entre otras, una afectación a la imagen del Ecuador, la obligación de indemnizar al Perú, de remediar y reparar el río y, sobre todo, la afectación a la seguridad jurídica que el Ecuador tiene, precisamente en momento en que el presidente de la república Guillermo Lasso está fomentando la inversión minera internacional en el país.

Cabe recordar que las poblaciones ribereñas del bajo Napo como Curaray, Mazán, Francisco de Orellana (desembocadura del Napo en el Amazonas) tienen ya una marcada antipatía por las actividades extractivas sin estándares que se realizan en el alto Napo.

Prensa Minera conoce muy bien toda la cuenca del río Napo, ya que ha realizado varias expediciones a lo largo de este, hasta su desembocadura en el Amazonas.

Vale recodar, además, que en Quito existe un gran movimiento ecologista que, sin duda, ya estará viendo con desagrado y rechazo la situación de la ribera del río Napo.