Reconstruirán Casa Humboldt en los Andes para fines científicos

Crearán museo para que los visitantes conozcan los hallazgos del alemán Alexander von Humboldt.

Las naciones de Ecuador y Alemania impulsarán la reconstrucción de la casa ubicada en el nevado Antisana, donde el científico y naturalista alemán Alexander von Humboldt profundizó, hace más de 200 años, sus estudios sobre la necesidad de proteger la naturaleza y el peligro del cambio climático.

La actual reserva natural se alojó en la casa rústica que construyó para utilizar de albergue en su tránsito por las cumbres andinas del Ecuador. Allí se reunieron, los delegados de los gobiernos de Ecuador y Alemania para acordar la reconstrucción del lugar.

El embajador de Alemania en Ecuador, Phillip Schauer aseguró, que von Humboldt “se enamoró de esta tierra y la defendió. Fue uno de los primeros que nos hizo pensar en la naturaleza y en cómo la minería, por ejemplo, la ponían en peligro”.

La casa de von Humboldt en las faldas del Antisana será reconstruida manteniendo su esencia histórica, materiales de construcción y armonía con la naturaleza, para comprender en qué condiciones Humboldt comprendió que el hombre estaba generando condiciones para una eventual alteración climática que repercutiría en la armonía de la naturaleza.

La edificación servirá para alojar a científicos que continúen el trabajo de exploración del naturalista berlinés.

Además, se creará un museo para que los visitantes puedan reencontrarse con las ideas del científico alemán en su hábitat. Las faldas del estrato volcán es hogar de cóndores andinos y osos de anteojos, que son especies en peligro de extinción, lugar que actualmente es protegido y que guarda sorpresas ambientales.

Ubicación
La casa de ‘Humboldt’ está situada en una zona de las faldas del Antisana catalogada como ‘Reserva hidrológica‘, administrada por la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), de Quito, que comparte el proyecto de reconstrucción.

Allí también conviven sistemas hidrológicos vitales para Quito, como la laguna de La Mica, que abastece de agua a buena parte del sur de la capital situada a unos 50 kilómetros al oeste de la montaña.