De los 40 proyectos en minería, hidrocarburos y energía eléctrica que hacen parte de la lista de iniciativas del ‘Compromiso por el futuro de Colombia’ para la reactivación económica del país, solo dos están en pleno funcionamiento.
Así, del total de obras en este sector, cuyas inversiones superan los $34,1 billones, y con los que se buscan generar 6.300 puestos de trabajo, más del 90% registran atrasos en su desarrollo.
Es decir que, estas 38 iniciativas restantes que están en desarrollo y que son claves para la redinamización de las finanzas de la nación, no registran más de un 15% en avances de obra, y no entrarían antes de 2023.
En materia de energía eléctrica, el compromiso de acelerar el desarrollo de 25 iniciativas estratégicas de fuentes renovables y convencionales, así como de transmisión, está con atrasos en el avance de obra, o las que no lo están, tendrían problemas de conexión.
Así, la no entrada a tiempo de las plantas solares San Felipe, Cartago, Latam Solar, El Campano y La Loma; y los parques eólicos Windpeshi, Alpha, Beta, Apotalorru, Casa Eléctrica, Chemesky, TumaWind, Camelia y Acacias 2 dejarían de aportar 1.577 megavatios (MW) de capacidad instalada a la matriz de generación.
“Se debe continuar con la construcción de los proyectos que fueron asignados en las subastas del Cargo por Confiabilidad y Contratos de Largo Plazo, ya que son pieza clave de la reactivación económica del país”, afirmó Alejandro Castañeda, presidente de Andeg.
Además, causas como los inconvenientes para el desarrollo de las consultas previas, que se acentuó con la pandemia, trabas de grupos indígenas para la ejecución de estas consultas, y las deficiencias de infraestructura en vías y puertos en el departamento de La Guajira que permitan el transporte de carga sobredimensionada y extrapesada, desde los puertos hasta los puntos de construcción, tienen en jaque las iniciativas.
A lo anterior se suma que, por las trabas de las comunidades autóctonas, el proyecto de la línea de transmisión de Colectora en La Guajira, cuyo fin es llevar la electricidad desde estas fuentes renovables al sistema interconectado, no lo podría hacer sino hasta casi un año después de haber culminado las obras solares y eólica.
Así mismo, dos proyectos termoeléctricos Termosolo I y Termosolo II, les fueron ejecutadas sus garantías lo que significa que no entrarán en operación, y solo va adelantando Termotesorito.
En cuanto a los proyectos mineros, mientras que la tarea para la extracción de oro, a gran escala y producción industrial sigue su curso, pero a paso lento, y cuyos resultados no se verían sino hasta finales del 2022; en cobre, metal considerado como de la transición energética, el país está dando los primeros pasos.
“El cobre y el oro son los dos minerales con los que se le apostará a la diversificación de la canasta minera con la identificación de 30 proyectos que, de desarrollarse a 2024, significarán la atracción de US$5.000 millones de inversión y la generación de 7.000 empleos en el país”, afirmó el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa.
De acuerdo con la lista del ‘Compromiso por el futuro de Colombia’, el cuarto lugar lo ocupa el proyecto cuprífero de Quebradona, en el quinto está el de Gramalote para la producción de oro y en el octavo se ubica la obra para el desarrollo del tajo La Puente en el complejo carbonífero del Cerrejón.
De los tres proyectos, el de Gramalote, es el más adelantado para su desarrollo. Si bien ya tiene la licencia de la Anla, antes de iniciar su montaje y entrada en operación debe cumplir con varios requisitos de esta entidad.
“Para el 2022 esperamos que con la entrada de la etapa de construcción y montaje de este proyecto, se contribuya con mayor fuerza a la reactivación económica, como parte de las iniciativas de oro que generarán más de 2.000 empleos”, señaló Juan Camilo Nariño, presidente de la ACM.
En el caso de Quebradona, su proceso para solicitar la licencia ante la Anla comenzó en diciembre de 2019. Luego del estudio inicial del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), la entidad solicitó más de 174 requerimientos.
“Este es un paso significativo para el proyecto, en la medida en que nuestro equipo técnico tuvo la capacidad de dar respuesta a todas las solicitudes con información rigurosa, amplia y suficiente”, señaló Felipe Márquez, presidente de AGA Colombia, multinacional que tiene a su cargo el proyecto.
De las iniciativas mineras de la reactivación, el que ya está andando es el aurífero de Buriticá cuya operación industrial permite producir más de 3,7 millones de onzas de oro.
Finalmente, el desarrollo del proyecto del Tajo La Puente, que servirá para aumentar la producción de carbón del Cerrejón, está frenado por un fallo de la Corte Constitucional.
Y Drummond unió dos proyectos de carbón a mediana escala: Rincón Hondo y Similoa, en uno solo de gran minería denominado El Corozo.
Este proyecto unificado, y que hace parte de la lista de la reactivación económica, está ubicado en los municipios de La Jagua de Ibirico y Chiriguaná (Cesar), tendrá una producción anual máxima estimada de alrededor de 3,5 millones de toneladas/año de carbón.
TAREA EN HIDROCARBUROS, TAMBIÉN CON RETRASOS
En los proyectos de hidrocarburos de la reactivación, cinco son para la operación offshore, donde solo se registrará actividad en el bloque COL-5con tres pozos de perforación (Gorgon-2, Uchuva-1 y Cumbia-1) para tareas de exploración en los próximos meses. Las otras cuatro áreas están en su fase inicial de licenciamiento ambiental. “Los hallazgos de hidrocarburos en los contratos adjudicados en el mar Caribe estará lista para recibir las inversiones por US$2.000 millones”, señaló Armando Zamora, presidente de la ANH. Otro de los avances son la firma de dos convenios Kale y Platero para el desarrollo de los pilotos de fracking en el Magdalena medio. Y onshore la apuesta está en el bloque Area N, ubicado en la cuenca Caguán-Putumayo, la cual tiene una prospectividad de 6.000 millones de barriles.