La fuente hídrica que separa a Ecuador con el vecino país Perú, hoy por hoy se considera muerta a causa de la contaminación minera proveniente desde el cantón Portovelo con la llegada de los españoles a la provincia orense desde el siglo XVI.
Este río binacional, que mantiene una demanda Internacional por los daños que ha provocado en la flora, la fauna y en los ciudadanos de Perú, acoge residuos mineros, desechos industriales y aguas servidas.
Por consiguiente, más de 7000 mil habitantes de la zona fronteriza entre Ecuador y Perú se ven obligados a consumir esta agua, ya que es su única fuente hídrica y ante la falta de servicios básicos, es decir, están condenados a consumir contaminación producto de la irresponsabilidad minera.
Luego de los análisis del agua utilizada en 13 distritos del departamento peruano de Tumbes evidenciaron una contaminación mortal para el ser humano. En los distritos tumbesinos de Corrales, Los Cedros y Zorritos se encontraron altas cantidades de plomo y arsénico.
En los distritos de Matapalo, Papayal, Zarumilla, Aguas Verdes, Tumbes, Casitas, Punta Sal, Pampas de Hospital y San Juan de La Virgen, los niveles de plomo, hierro y manganeso superaron los estándares internacionales. De igual forma en San Jacinto con exceso de plomo, arsénico, antimonio, manganeso y hierro. Toda el agua de Tumbes está envenenada pero poco o nada ha cambiado hoy por hoy.
Fuente: Primer Reporte
B.M