En la ciudad de Shanghai, China, se construyó el primer hotel del mundo subterráneo de lujo, dentro de una mina abandonada a 5 km.

Se trata del Intercontinental Shanghai Wonderland, que fue edificado en el distrito de Songjiang, en la cordillera de Sheshan.

Este complejo cinco estrellas tiene 18 pisos, de los cuales 16 están prácticamente bajo tierra, incluyendo dos bajo el agua.

Además, es amigable con el medio ambiente, ya que fue diseñado para reducir el impacto sobre el entorno y tiene un programa amplio de sostenibilidad generando su propia energía, calefacción e iluminación mediante el uso de energía geotérmica y solar.

La edificación fue diseñada por la empresa británica Atkins, que también ha diseñado algunos de los hoteles de lujo, como el Hotel Burj Al Arab en Dubai.