Una investigación publicada este año por la Alianza Rebelde Investiga reveló que la actividad no sólo se practica en los linderos, sino también dentro del parque nacional.
Caracas.- Zoila Martínez, bióloga y miembro de la directiva de la organización no gubernamental Vitalis, detalla que el Parque Nacional Canaima, declarado como patrimonio natural de la humanidad en 1994, cuenta con 3 millones de hectáreas, aproximadamente, una extensión que engloba una diversidad muy amplia y valiosa de ambientes, especies y ecosistemas, que hoy se ve amenazada por la minería ilegal.
Martínez sostiene que desde la década de los 90, imágenes satelitales mostraban evidencias de minería ilegal practicada por garimpeiros, sin embargo, no estaba tan extendida, a diferencia de lo que ocurre en la actualidad. La bióloga refiere que la práctica de minería ilegal de parte de comunidades indígenas que habitan en el Parque Nacional Canaima se debe a que en “en Venezuela no se ha sabido impulsar el potencial turístico” en la zona, lo que hasta ahora había constituido la principal fuente de ingresos de sus habitantes.
Es por ello que, según advierte, además de atender el impacto ambiental de esta actividad al ecosistema del parque nacional, también es necesario atender las consecuencias socioculturales y “buscar alternativas socioeconómicas para los pobladores de la zona”.
Una investigación publicada este año por la Alianza Rebelde Investiga, conformada por El Pitazo, Runrunes y Tal Cual, reveló que la actividad extractivista no sólo se practica en los linderos, sino también dentro del parque nacional.
Esta semana, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), aprobó una resolución que pide al Estado venezolano, que permita el ingreso de una comisión de monitoreo conjunta del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), para evaluar el impacto de la minería ilegal en Canaima.