En un giro estratégico, Toyota anuncia su despedida del coche eléctrico convencional para sumergirse de lleno en el universo del hidrógeno verde. La compañía japonesa, líder en la fabricación de automóviles, busca anticiparse a la próxima ola de vehículos limpios y sostenibles, optando por desarrollar la infraestructura necesaria para impulsar coches con pilas de combustible de hidrógeno.

Recientemente, científicos franceses descubrieron un extenso yacimiento de hidrógeno verde, ofreciendo una prometedora perspectiva para cumplir con la ambiciosa REDIII (Directiva de Energías Renovables) de la Unión Europea, que busca que casi la mitad del hidrógeno utilizado en las industrias europeas provenga de fuentes sostenibles para 2030. Motivada por este avance, Toyota establecerá Hydrogen Factory Europe, una iniciativa centrada en el desarrollo, producción y servicio posventa de vehículos equipados con pilas de hidrógeno.

La compañía, que ya cuenta con modelos de segunda generación como el Mirai, apuesta por una nueva generación de pilas de hidrógeno y vehículos más ligeros. Además, planea incorporar vehículos pesados para reducir el impacto medioambiental en la logística, produciendo camiones impulsados por hidrógeno en Francia y Holanda. Esta estrategia respalda los planes anunciados previamente por la empresa y se alinea con proyectos realistas y avanzados, como el desarrollo de un avión supersónico que utiliza hidrógeno, actualmente en desarrollo en España.

En consonancia con la visión de un futuro alimentado por el hidrógeno verde, Toyota contribuirá a la creación de estaciones de recarga de pilas de hidrógeno en carretera, respaldada por una inversión de 248 millones de euros por parte de Europa. Este cambio de rumbo no solo marca un hito en la industria automotriz, sino que también posiciona a Toyota como pionera en la revolución de vehículos sostenibles, liderando el camino hacia un futuro más limpio y eficiente.

C.A.