La empresa estadounidense Radia Aerospace está desarrollando el WindRunner, un avión de carga diseñado específicamente para transportar palas de aerogeneradores y otros componentes de gran tamaño utilizados en la industria eólica. Con una longitud de 108,5 metros, una envergadura de 80 metros y una altura de 24 metros, el WindRunner se convertirá en el avión más grande del mundo por longitud y volumen de carga.
El compartimento de carga del WindRunner mide 105 metros de largo, 7,3 metros de ancho y 7,3 metros de alto, permitiendo el transporte de palas de turbinas eólicas de más de 100 metros de longitud. Esta capacidad es esencial para superar las limitaciones logísticas actuales en el transporte terrestre y marítimo de estos componentes, especialmente en áreas remotas o de difícil acceso donde se instalan parques eólicos.
El proyecto cuenta con la colaboración de empresas españolas como Aernnova, que participa en el diseño y fabricación de componentes clave para la aeronave. Se espera que la primera flota del WindRunner esté operativa antes de 2029, revolucionando el transporte de grandes componentes industriales y contribuyendo al desarrollo de la energía eólica a nivel global.
Además de su aplicación en la industria de energías renovables, el WindRunner ha sido adaptado para fines militares, con la capacidad de transportar hasta seis helicópteros Chinook o seis cazas F-16, lo que lo convierte en una herramienta estratégica para la logística militar.