Devastadora minería ilegal en Bucaramanga: búsqueda de oro amenaza la escarpa occidental

Actividad clandestina erosiona la montaña y contamina fuentes hídricas, según constata Vanguardia en un recorrido por la zona.

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En un impactante descubrimiento, Vanguardia ha constatado cómo la actividad minera ilegal está socavando la escarpa occidental de Bucaramanga, representando una seria amenaza para el entorno natural y las comunidades locales. Equipos periodísticos realizaron un recorrido por la zona, revelando la devastación causada por la búsqueda desenfrenada de oro, que implica el uso de químicos y maquinaria pesada en una región de gran valor ecológico.

Sentado junto a la quebrada La Joya, ‘Francisco’ (nombre cambiado por razones de seguridad) realiza el arduo trabajo de barequeo, un proceso manual para extraer oro de la arena. Con movimientos repetitivos y meticulosos, este minero clandestino recoge gramos de oro entre la tierra contaminada y las aguas residuales, evidenciando los riesgos a los que se enfrentan aquellos que se dedican a esta peligrosa labor.

La escala de esta actividad ilegal es alarmante. ‘Francisco’ revela que, en sectores como Campohermoso, la minería ilegal ha evolucionado hacia el uso de maquinaria industrial y químicos, permitiendo la extracción de grandes cantidades de oro en cortos períodos de tiempo. Esta evolución no solo ha intensificado la degradación ambiental, sino que también ha aumentado el peligro para las comunidades locales, que enfrentan la contaminación de las fuentes hídricas y la erosión acelerada de la montaña.

Líderes comunitarios y residentes de la Comuna 5 (García Rovira) han expresado su preocupación ante el avance implacable de la minería ilegal en la escarpa occidental. Se estima que en el área hay al menos 14 barrios y siete asentamientos afectados por esta actividad ilícita, que además de los impactos ambientales, podría tener conexiones con grupos de poder y delictivos en la región.

El recorrido realizado desde el parque principal del barrio La Joya hasta los asentamientos Pantano 1 y 2 evidenció la magnitud del problema, con grandes baches y huecos en la montaña causados por la búsqueda desesperada de oro. Esta situación ha llevado a la comunidad a exigir acciones urgentes por parte de las autoridades para detener esta actividad ilegal y proteger el medio ambiente y la seguridad de todos los habitantes de la zona.


 

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