Ingresos por minería se disparan, pero aún falta tecnología y nueva ley

Tomado de: http://www.laprensa.com.bo/

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Según el reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE), las exportaciones de minerales exhiben una transición efectiva, incrementando su valor en 116,6 por ciento de enero a julio de este año en relación a similar periodo de 2020.

Ese promedio se debe al incremento de las exportaciones de plata en 169,3 por ciento; plomo, en 95,5 por ciento, y zinc, en 85,0 por ciento.

Esos indicadores demuestran que hubo un ascenso considerable en el sector minero del país, prueba de ello es que el valor de las ventas externas de estaño metálico incrementó las exportaciones en 161,6 por ciento, mientras el oro metálico llegó a 79,8 por ciento.

Sin embargo, los analistas en minería Héctor Córdova y José Padilla coincidieron en señalar que el crecimiento económico en ese rubro se debe al incremento de precios en los minerales y no al aumento de la producción.

Ambos explicaron que Bolivia comercializa materia prima en bruto y no productos concentrados debido a la carencia de tecnología. Mencionan que ese paso se debe dar necesariamente escoltado por una nueva ley que permita la captación de inversión extranjera, para contar con técnica avanzada y realizar fundiciones y aleaciones.

Córdova fundamentó su criterio alegando que después de la primera ola de la pandemia los precios de los minerales tuvieron un repunte considerable, siendo el oro el primero en alcanzar el precio récord de 2 mil dólares por onza troy (ozt) en agosto de año pasado.

Los otros minerales que produce Bolivia, como plata, estaño, zinc, plomo cobre, no se quedaron atrás, puesto que tuvieron un repunte de magnitud producto del liderazgo que tiene China en la economía mundial en la actualidad.

“Después de la bajada fuerte que tuvo a fines de 2019 y comienzos de 2020, China ha comenzado a crecer vertiginosamente de manera extraordinaria, en consecuencia, la demanda de materia prima es pues sensacional”, dijo Córdova.

Más adelante, indicó que los cinco metales que explota Bolivia tienen hoy precios altos, mucho más que la pasada gestión, es por esa razón que la minería ocupa el primer lugar en las exportaciones en Bolivia, con un 54 por ciento.

Córdova señaló que los precios siguen un cierto comportamiento de relación demanda-oferta, pero cuando la demanda crece y la oferta no puede satisfacerla, los precios suben.

“La demanda que había bajado ostensiblemente durante la primera mitad del año pasado, incluso todo 2020, por efecto rebote y la activación de la economía, ha vuelto a trepar de manera singular en este año”, agregó.

Reiteró que la oferta no ha podido satisfacer la demanda, por esa razón los precios de los minerales se incrementaron.

Por otro lado, Córdova dijo que la única forma para no ser dependientes de las cotizaciones internacionales de los metales es añadir valor a la materia prima, puesto que Bolivia está en los primeros eslabones de la cadena de valores del sector minero-metalúrgico.

Otro de los factores en contra de la minería nacional es que importa más del 70 por ciento de los insumos que requiere este rubro.

“Si produjéramos en el país, la historia sería distinta: se ahorraría mucho en costos operativos, por lo tanto, las utilidades serían cada vez menos dependientes de esta cotización internacional”, puntualizó.

Además, señaló que no hay que desaprovechar la coyuntura que atraviesa el sector minero, por lo que el Gobierno tiene que tomar medidas para dar pasos hacia adelante dentro de la cadena de valor minero-metalúrgica, para “independizarnos de una vez de las asignaciones de precios en el marcado internacional”.

Tres elementos

Por su parte, Padilla advirtió que los precios se han incrementado, pero no el volumen de producción. Enfatizó que el oro y plata fueron los metales que mayor demanda tuvo, además del hierro.

El analista dijo que existen factores en el contexto internacional que repercuten en los precios de los minerales que produce el país.

“La pandemia y las relaciones entre Estados Unidos y China fueron determinantes para el alza de los precios, puesto que la nación asiática es la mayor compradora de materia prima; por ahí viene el tema del aumento en el valor de los metales”, sostuvo.

No obstante, Padilla advirtió que Bolivia está obteniendo réditos por la venta de materia prima bruta, pero ganaría mucho más si comercializa el mineral procesado.

“Un material concentrado cuesta uno, pero fundido vale cinco veces más, razón por las que el país debe pensar en realizar fundiciones de acuerdo a la actual tecnología mundial”, sugirió.

Padilla explicó que un país se desarrolla por tres elementos: acero (que no tenemos todavía), energía eléctrica y cemento. “Esos tres elementos hacen que crezca la economía del país”, subrayó.

Asimismo, dijo que sería beneficioso cambiar la ley que está en vigencia, porque la considera demasiado “estatista”.

EL ESTAÑO, COTIZADO POR LA INDUSTRIA

La demanda del estaño se debe sobre todo a la producción de celulares y computadoras, puesto que todas las soldaduras dentro esos equipos contienen estaño puro; antes se aliaba con plomo, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el plomo es nocivo para la salud, por lo que descartaron ese mineral para la fabricación de equipos de última tecnología.

Las pantallas táctiles son también fabricadas en base a óxido de estaño y óxido de indio.

El analista Héctor Córdova explicó que Bolivia ocupa el cuarto lugar en la producción mundial de estaño e indio; aunque este último no se registra en el índice de Bolivia, se lo extrae de nuestro país.

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