La «fiebre del cobre» dispara el interés por la minería andaluza
Tomado de: https://www.elconfidencial.com/
El sector factura más de 3.000 millones en un momento marcado por los movimientos en las multinacionales, grandes inversiones en nuevas tecnologías y los fondos Next Generation
El precio del cobre se encuentra en máximos históricos desde que China (principal consumidor mundial) comenzó la desescalada. Se han llegado a pagar 10.000 dólares por tonelada y las previsiones son que el consumo de este preciado material se va a multiplicar en los próximos años.
Cada año se consume una media de 30 millones de toneladas de cobre metálico, pero en las próximas dos décadas, hasta el año 2040, el mundo necesitará otros 105 millones de toneladas adicionales acumulados. Esto es debido a tres factores: el crecimiento demográfico y de urbanización de ciudades, la transición energética de combustibles fósiles por energías renovables y la electrificación de la sociedad, que incluye desde el vehículo eléctrico a la transformación de los hogares.
Los grandes productores de este material son Chile y Perú, seguidos de otras zonas como Australia y China, pero dentro de Europa, Polonia y España tienen la grandes reservas, especialmente en la denominada faja pirítica ibérica, que tiene una longitud de unos 250 kilómetros de largo desde la provincia de Sevilla hasta Portugal y entre 30 y 50 kilómetros de ancho.
Los expertos señalan que los recursos minerales existentes en la región triplican lo previsto hace solo unos años, por lo que hay actividad asegurada, al menos, para las próximas dos décadas. «Las grandes minas de Huelva y Sevilla aún están por descubrirse”, llega a decir Francisco Sierra, el delegado onubense del Colegio Oficial de Ingenieros de Minas del Sur y uno de los mayores conocedores del sector.
En Andalucía se extrae el 90% de los sulfuros polimetálicos del país a partir de los que se obtienen cobre, plomo o zinc, y es la primera comunidad en exportaciones. La minería genera en esta región 10.000 puestos de trabajo directos y hasta 30.000 indirectos. La tradición minera andaluza es milenaria, algunos de sus primeros yacimientos siguen en explotación, como la mina romana de Riotinto, y su riqueza geológica ha colocado a la región en el punto de mira de potenciales inversores mundiales. En la actualidad, en la región cuenta con seis minas en explotación y hasta 70 proyectos de investigación para nuevos yacimientos.
Cobre Las Cruces
Hasta la fecha, la principal mina andaluza era la denominada Cobre Las Cruces (CLC), la mayor mina a cielo abierto de Europa de este material, situada en el término sevillano de Gerena, a apenas 30 kilómetros de la capital andaluza. La multinacional First Quatum Minerals ha explotado este proyecto que ya llega a su final tras 12 años. En este tiempo han producido más de 670.000 toneladas de cobre de máxima pureza. Desde el inicio del proyecto minero, la inversión realizada roza los 1.100 millones de euros, la más importante en la provincia de Sevilla y una de las mayores de Andalucía. CLC emplea a unas 500 personas y genera otros 1.500 puestos de trabajo indirectos e inducidos.
Sin embargo, la compañía tiene un nuevo proyecto que supondría alargar su presencia en la región otros 15 años aproximadamente. Se trata de una nueva mina subterránea (la actual es a cielo abierto y será tapada) y el desarrollo de una nueva planta polimetalúrgica para la producción de metal de cobre, zinc, plomo y plata.
Este proyecto minero y metalúrgico, denominado PMR (Polymetallurgical Refinery), tendrá un periodo de actividad de al menos 14 años, supondrá una inversión directa superior a los 500 millones y otra adicional de 177 millones para la construcción de instalaciones de energías renovables dirigidas al autoconsumo, ya que alimentarán de energía limpia esta nueva línea industrial. Además, el desarrollo previsto a lo largo de la vida del proyecto se estima que generará unos 450 millones en ingresos públicos.
De igual modo, el empleo previsto alcanzará los 1.200 puestos de trabajo durante la fase de construcción y en la fase de producción se generarán unos 900 empleos directos (480 propios de la empresa y 420 de contratas), así como unos 1.500 empleos indirectos e inducidos.
La planta tendrá, además, capacidad para procesar mineral procedente de otros yacimientos polimetálicos de su entorno, que hasta ahora están desaprovechados por la ausencia de una tecnología eficiente y rentable para su tratamiento. Según los últimos estudios, las reservas de polimetálico en Andalucía se estiman en más de 1.500 millones de toneladas. En ese sentido, el proyecto PMR puede abrir un nuevo horizonte de desarrollo para todo el sector minero.
El proyecto de Cobre Las Cruces es solo uno de los que ha presentado la Junta de Andalucía al Gobierno central en nombre del sector minero y cuyo montante global asciende a 3.100 millones de euros. Se trata de una veintena de inversiones industriales y de infraestructuras lideradas por las seis principales empresas que operan en este segmento industrial. El aprovechamiento sostenible de minerales metálicos y el uso de fuentes de energía limpias son los principales ejes de la iniciativa, cuya puesta en marcha generaría unos 6.800 empleos.
Matsa
Así, la compañía Matsa ha presentado como «manifestaciones de interés» cinco proyectos que pueden encajar en los fondos Next Generation, que, de llevarse a cabo, supondrían una inversión superior a los 780 millones de euros. Se trata de iniciativas para la digitalización de procesos, comunicaciones, transportes, etc. Además, asociados a los yacimientos de sulfuros masivos que se explotan para recuperar cobre, zinc, plomo, plata y oro, existen en la faja pirítica algunas mineralizaciones de cobalto (Co), galio (Ga), indio (In) y germanio (Ge). Estos elementos están incluidos dentro de la lista de materias primas necesarias para la Unión Europea. La compañía tiene en marcha importantes proyectos de estudio y posible explotación de estos materiales.
Matsa es propiedad de una empresa participada al 50% por Mubadala Investment Company, que gestiona una cartera mundial de activos para el Gobierno de Abu Dabi, y al 50% por Trafigura Group Pte Ltd, uno de los principales comercializadores en el mercado mundial de materias primas.
Esta multinacional explota las minas Aguas Teñidas y Magdalena en Almonaster la Real y la mina Sotiel localizada en Calañas. Tres minas subterráneas en operación que han reactivado la minería en la provincia de Huelva. La producción anual de Matsa se acercó a las 100.000 toneladas métricas de cobre equivalente el año pasado, según el informe anual del grupo. El ejercicio de 2020 se cerró con una facturación de 473,5 millones de euros, con un beneficio de explotación (EBIT) de 65,2 millones de euros y un resultado neto de 41,4 millones de euros. Su plantilla ronda los 800 empleados directos, a los que hay que sumar otros 3.200 entre indirectos e inducidos. El cobre supone dos tercios de las ventas totales de Matsa, mientras que el zinc representa el 31% y el plomo el 3%.
La agencia Reuters anunció hace un par de semanas el inicio de la venta de Matsa “en un acuerdo liderado por los bancos de inversión Bank of Montreal (BMO) y UBS que podría obtener hasta 2.000 millones de dólares, dijeron cuatro fuentes bancarias”. Entre los posibles compradores suenan grupos canadienses, Lundin Mining y Hudbay Mineral, pero parece que en cabeza de las supuestas ofertas va First Quantum, propietaria de Cobre las Cruces (CLC).
Atalaya Riotinto
La tercera gran explotación andaluza la lleva a cabo la multinacional Atalaya Mining que es la nueva operadora de la milenaria Riotinto, una mina de cobre a cielo abierto que ha producido 55.890 toneladas de cobre en concentrado en 2020. Cuenta con 197 millones de toneladas de reservas de mineral de cobre y trabaja en la identificación de nuevos recursos para seguir alargando la vida de la explotación, que actualmente se sitúa en 12 años. La puesta en marcha del Proyecto Riotinto ha supuesto una gran inversión industrial incluyendo importantes mejoras ambientales y la creación de más de 450 empleos directos.
Atalaya también ha presentado proyectos a los fondos europeos Next Generation por valor de 143,3 millones de euros, entre los que destaca la construcción de una planta industrial basada en una nueva tecnología metalúrgica desarrollada en Riotinto por Lain Technologies, con el apoyo de Atalaya, y bautizada como E-LIX.
La nueva planta procesaría parte del concentrado que actualmente se elabora en la explotación onubense, que contiene un 23% de metal, para producir un mínimo de 10.000 toneladas de cobre puro. El sistema está basado en una primera fase de disolución de los concentrados de cobre, zinc o mezclas de varios elementos para seguidamente aplicar un proceso de extracción con solventes y electrodeposición (SX-EW).
Es una innovación a nivel mundial en minería que ya ha demostrado su funcionamiento con éxito en planta piloto, con un papel clave en el desarrollo a largo plazo de Riotinto, y del resto de la faja pirítica, mediante la implementación de esta tecnología desarrollada íntegramente en Huelva, innovadora y de mayor valor añadido. De hecho, el sistema permitiría el beneficio de minerales polimetálicos cuya explotación, salvo en ciertos casos, no es rentable con la tecnología existente; esto supondría una auténtica revolución para la faja pirítica ibérica, abundante en este tipo de mineralizaciones, que a menudo hoy en día no pueden beneficiarse y que contienen cobre, zinc, plomo, y plata, entre otros metales.
Atlantic Copper
En esa misma idea de aprovechamiento de los recursos, es de destacar la gran apuesta de Atlantic Copper por la economía circular y el aprovechamiento integral de materias primas, con un proyecto que supondrá una inversión de 260 millones de euros. La empresa onubense perteneciente a la multinacional norteamericana Freeport-McMoRan, procesó cerca de 22.000 toneladas de cobre reciclado en el 2020.
Precisamente, la compañía inició el pasado año los estudios de ingeniería básica para la construcción de una planta de tecnología innovadora con capacidad de reciclar 60.000 toneladas al año de fracciones metálicas de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en desuso y recuperar, entre otros metales, cobre, oro, plata, platino, paladio, estaño o níquel, claves para la transición tecnológica, la descarbonización y las energías renovables. Dicho proyecto, denominado CirCular y declarado de interés estratégico por la Junta de Andalucía, creará 70 empleos directos y 280 indirectos e inducidos.
Los datos de producción y ventas de Atlantic Copper en 2020 han derivado en una facturación de 1.776 millones de euros de los que un 50% (892 millones de euros) se ha destinado a la exportación, especialmente a países mediterráneos (26%) y Asia (19%), manteniéndose a la cabeza en facturación en Andalucía y como líder de ventas al exterior.
Mina de Aznalcóllar
Al margen de las explotaciones ya abiertas, existen otras grandes minas pendientes de procesos judiciales y administrativos. El mayor proyecto es la reapertura de la mina Los Frailes, en la localidad sevillana de Aznalcóllar, tristemente conocida desde hace 23 años por la rotura de la balsa que produjo un desastre medioambiental que llegó hasta el entorno del parque nacional de Doñana.
Minera Los Frailes (MLF), compañía participada por el Grupo México y por Minorbis (Grupo Magtel), prevé contar a finales de este año con las autorizaciones necesarias para el arranque de la construcción de la Mina Los Frailes, en la zona donde estaba la extinta mina de Aznalcóllar, después de que el proyecto haya sido declarado recientemente de interés público superior (IPS) por la Junta de Andalucía.
El proyecto de Mina Los Frailes integra dos aspectos: por un lado, las labores de restauración y rehabilitación del antiguo pasivo (instalaciones, efluentes, emisiones, restos o depósitos de residuos producidos por las operaciones mineras en el pasado); y el desarrollo de una mina subterránea durante más de dos décadas, con una inversión directa superior a los 300 millones de euros en la construcción y un impacto aproximado de 2.000 empleos, 1.200 directos y 800 indirectos. MLF explica que, además de la inversión en el desarrollo de la mina, destinará 50 millones de euros a acciones medioambientales y más de 60 millones de euros a los costes operativos de los antiguos pasivos.
Desde 2015, MLF ha realizado una inversión acumulada de 40 millones de euros para la gestión ambiental del antiguo complejo minero y para los trabajos preparatorios para la puesta en marcha del proyecto.
Sin embargo, el mayor escollo de este proyecto inversor sigue en los tribunales, después de que la firma Emérita (la otra que pujó por gestionar esta mina) denunciara a altos responsables de la Junta de Andalucía y a los hermanos López Magdaleno por un delito de prevaricación. El pasado mes de febrero, la jueza procesó a nueve personas, entre ellas al presidente de la SEPI, Vicente Fernández (antiguo director general de Innovación de la Junta), lo que le obligó a dimitir.
La Fiscalía ha solicitado el archivo en numerosas ocasiones, pero la Audiencia de Sevilla ha ordenado hace dos semanas ampliar los delitos investigados a malversación, fraude y tráfico de influencias. Solo deja fuera del procedimiento el delito de cohecho por falta de elementos que den consistencia a la acusación en esa dirección. En total, se juzgará a 14 ex altos cargos y funcionarios, frente a los siete que había incluido el juzgado de instrucción en el auto del mes de febrero.
El otro gran yacimiento en proceso de recuperación es la Mina de Alquife, en Granada, tras 25 años cerrada. La empresa Minas de Alquife S.L.U., que emplea a medio centenar de trabajadores, sigue trabajando en los preparativos de la exportación de sus primeras aproximadamente 30.000 toneladas que se prevé desde el puerto de Málaga, mientras continúa en las tareas de extracción en el yacimiento del Marquesado del Zenete, conforme a lo estipulado en el plan de labores de 2021 aprobado por la Junta de Andalucía. Está prevista la extracción de entre 180.000 y 220.000 toneladas de hierro, con vistas a un aumento de esta cantidad el año que viene.
Potencial de crecimiento
Con todos estos proyectos, “tenemos la oportunidad de convertirnos en el gran referente minero de Europa de la mano de la transición energética que está en marcha y que incrementará notablemente la demanda de metales en las próximas décadas”, asegura el presidente de Aminer (Asociación de Empresas Investigadoras, Extractoras, Transformadoras Minero-Metalúrgicas, Auxiliares y de Servicios), Luis Vega, quien insiste en que “el mundo necesitará minerales metálicos que Andalucía puede producir”.
El directivo se muestra orgulloso de la reacción del sector en estos meses de pandemia y el “esfuerzo compartido” realizado por empresas y trabajadores para mantener la producción y garantizar la seguridad durante “un ejercicio que ha sido difícil para todos”. En ese sentido, recuerda que esa capacidad “ha permitido garantizar la producción y suministro de materias primas críticas para la industria nacional que produce y da cobertura sectores imprescindibles como en ámbitos como el sanitario, farmacéutico o transporte, entre otros. Recordemos que, por ejemplo, el cobre se emplea en la fabricación de cables para uso sanitario y componentes de los aparatos electrónicos de hospitales y supermercados, entre otras aplicaciones”.
El sector ha experimentado una profunda transformación en los últimos años, aplicando las tecnologías más modernas para avanzar en la eficiencia de los procesos y ser más competitivos. La minería que se desarrolla en Andalucía es responsable, segura y sostenible en línea con los ODS y la lucha contra el cambio climático y la reducción de las emisiones de CO2.
Así lo ha reconocido un estudio de la OCDE presentado el pasado mes, que destaca el “potencial de la minería metálica andaluza como modelo de industria sostenible, lo que supone una oportunidad única para la región que está llamada a jugar un papel clave como proveedora de minerales críticos de gran protagonismo en la transición energética”. El documento señala que Andalucía es el mayor productor minero de España y uno de los actores más prometedores en el sector a escala europea, con una rica red de explotaciones relevantes (cobre, zinc) para el desarrollo local. Asimismo, señala que la cadena de valor de la minería andaluza puede desarrollar un gran potencial aprovechando la creciente demanda mundial y de la Unión Europea de materias primas sostenibles, posicionándose así en la vanguardia tecnológica y de procesos de economía circular, favoreciendo una minería ambientalmente sostenible.
El estudio identifica cómo Andalucía puede aprovechar sus ventajas competitivas para impulsar la productividad y el bienestar de la región al tiempo que acelera la transición hacia una economía descarbonizada. Algunas de estas ventajas que señala son: una geología atractiva, una ubicación geográfica estratégica entre los mercados de la UE y de fuera de la comunidad europea, buenas infraestructuras y los beneficios de la proximidad de las minas a los centros urbanos. Además, subraya que la región goza de una identidad minera, con mano de obra joven que ofrece apoyo a las empresas mineras.
«La complejidad de los procedimientos no ayuda en el desarrollo de nuevos proyectos»
Estas circunstancias contribuyen, según el informe, a crear un ecosistema minero andaluz con gran potencial para posicionar a la región como líder de la minería sostenible, al tiempo que genera nuevas oportunidades de negocio a escala local. Asimismo, apunta a que la actualización de la Estrategia Minera de Andalucía es una oportunidad única para que la cadena de valor de la minería regional se sitúe a la vanguardia de la agenda climática de la UE, erigiéndose como un motor de riqueza y bienestar.
Para aprovechar esta situación, la gerente de Aminer, Priscila Moreno, ha pedido un “compromiso conjunto de todos, profesionales, empresas, instituciones y estados”, apuntado a que una de las grandes demandas de las empresas mineras es “avanzar hacia una gobernanza única del sector, con un marco legislativo que genere confianza y atraiga nuevos inversores”. En este sentido, ha lamentado que la complejidad de los procedimientos no ayuda en el desarrollo de nuevos proyectos mineros en Andalucía, que tardan años en ponerse en marcha, por lo que ha pedido “estabilidad y despolitizar” las acciones de las administraciones públicas competentes en la materia, tanto autonómicas como estatales.
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