Minería ilegal en Zamora Chinchipe I
Minería en la Amazonía: Transformación profunda y devastación ambiental en Zamora Chinchipe, ríos contaminados y paisajes irreconocibles.
Enith Flores Chamba Fabián Sevilla Zaruma
“Donde las empresas mineras legales e ilegales han ingresado, han destruido nuestra casa” es el sentir de Lidia Andi, habitante de la comunidad kichwa Suyu Kawsay, ubicada a 10 minutos de la ciudad de Tena en la provincia de Napo, y dirigente de bioeconomía de la Federación de Organizaciones Indígenas de Napo – FOIN -, cuenta cómo sus cultivos, chakras y su medicina se ven afectados con la presencia de la minería en el territorio, esto ya que lo han vivido desde antes con las empresas petroleras, se crean nuevas vías, se talan los bosques y eso con el tiempo ha ido cambiando las formas de vida de los habitantes de estas comunidades.
En la actualidad gran parte de los territorios amazónicos se encuentran intervenidos con proyectos extractivistas presentes en todas las provincias orientales, la actividad petrolera se ha extendido hacia la Amazonía centro y sur; y la minería, legal e ilegal, se ha incrementado mayoritariamente en las provincias de Zamora Chinchipe, Morona Santiago y Napo. Quedaron en segundo plano actividades económicas tradicionales como turismo comunitario, pesca y agricultura.
Según el catastro minero de 2024, en Ecuador hay 6865 concesiones mineras, de las cuales 2743 corresponden a la Amazonía. En uno de los últimos estudios realizado por el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) y la Fundación Ecociencia, hasta el 2021 la minería, legal e ilegal, ocupaban más de 7495 hectáreas en la Amazonía, el mayor crecimiento de los últimos años. La mayor actividad minera se concentra en la provincia de Zamora Chinchipe que ocupa el 67% de superficie dedicada a esta actividad en la Amazonía ecuatoriana, seguida por Napo, Morona Santiago y Sucumbíos.
Mapa de las concesiones mineras considerados proyectos estratégicos en fase de exploración o explotación
Para Lidia queda la nostalgia de todo lo vivido, “nosotros tenemos toda clases de cultivo en la chakra, en la actualidad todo se nos está dañando, nuestros espacios, nuestra vivencia en las comunidades”. El boom minero de la última década empieza a mostrar sus impactos a nivel social, económico, cultural que tienen las comunidades, entre las principales, están el cambio del uso del suelo ahora utilizado para el procesamiento de la minería y antes utilizado para la producción agrícola, la conservación de sus bosques y el turismo comunitario, la contaminación de ríos y las fuentes de agua, la presencia de gente externa a las comunidades lo que trae consigo mayor inseguridad y cambios socio culturales adversos a las formas de vida comunitarias.
Las huellas de la minería en los bosques amazónicos
Los cambios en la estructura paisajística no solo causan un impacto visual, sino que afectan al equilibrio ambiental. Para William Sacher, doctor en economía para el desarrollo de la Universidad Andina Simón Bolívar, investigador de temas extractivistas, la fase de extracción en los proyectos estratégicos de minería legal que se vienen implementando desde 2019 en Ecuador está empezando a visibilizar la transformación a profundidad en los territorios intervenidos, la provincia de Zamora Chinchipe al sur del país, donde se encuentran dos de ellos: el Proyecto Fruta del Norte operado por la minera canadiense Lunding Gold se ejecuta en la parroquia Los Encuentros del cantón Yantzaza; y el proyecto Mirador en la parroquia de Tundayme cantón El Pangui a cargo de la empresa minera china ECSA, es un claro ejemplo de ello.
Elizabeth Arias, oriunda de la parroquia Tundayme y ex tenienta política en 2022, recuerda cómo en su adolescencia junto a sus hermanos y amigos del lugar se bañaban en los ríos Quimi y Tundayme que pasan cerca del poblado, lamenta ver que en la actualidad esos mismos ríos se encuentran totalmente contaminados, habla del río Quimi cómo ha cambiado de color, olor y textura, volviéndose ríos muertos ya que “el agua es demasiada sucia, y no se puede utilizar prácticamente para nada”, mientras que el río Tundayme ha desaparecido parcialmente de la superficie pues fue entubado por la minera ECSA quien ocupa ese territorio entre la relavera a donde va a parar todo tipo de deshechos que salen luego de la explotación minera, y las plantas de tratamiento de la relavera.
William Sacher reitera que no existe una compilación suficientemente documentada de resultados para evidenciar a profundidad las consecuencias de esta explotación, si bien los efectos son fáciles de constatar a simple vista mediante fotografías, o imágenes satelitales, pero a nivel más científico no existen muchas evidencias aún, “
…parece ser que existe una suerte de maldición de los pueblos mineros … producen territorios que son sumamente nocivos, devastados, producen miseria, ultra polarización de la riqueza, violencia…el ejemplo que podemos ver es el Proyecto Mirador. (William Sacher, Doctor en economía del desarrollo, Universidad Andina Simón Bolívar)
Situación similar se vive en la provincia del Napo, donde la minería ilegal ha ganado terreno. Wilson Licuy, vicepresidente de la comunidad de Wasila, al suroeste del cantón Tena, en Napo, con preocupación manifiesta cómo los ríos terminan contaminados por el uso de mercurio, cianuro y otros químicos a causa de la minería que ha llegado a la zona, “ahí la gente arriesga su vida porque deben estar metidos en el río contaminado para buscar el oro”, menciona que se empiezan a sentir afectaciones en la piel y en sus partes íntimas.
Don Manuel Francisco Licuy, fundador de la parroquia Talag, hoy asentado en Wasila, una comunidad parte de esta parroquia, mira con preocupación las tensiones a lo interno de la comunidad entre quienes plantean la necesidad de cuidado y conservación de sus territorios frente a quienes priorizan resolver necesidades básicas que el estado no ha respondido, como son educación, salud, empleo, entre otros; en el último tiempo el Centro de Salud fue cerrado y ahora tienen que trasladarse hasta la ciudad del Tena por cualquier emergencia médica, significa más gasto en tiempo y dinero.
Diversas formas de hacer minería
Para el investigador Sacher, se debe distinguir los tipos de minería presentes en el país, por un lado, los proyectos mineros a escala industrial, y, por otro lado, la pequeña minería, minería artesanal o minería más informal, ya que cada una va a generar distintos impactos y consecuencias a nivel ambiental, social y económico.
Es necesario caracterizar las diversas formas de hacer minería para comprender cuáles son las preocupaciones que ahora tiene la población frente al boom minero. Para el historiador Galo Ramón, quien se ha dedicado a estudiar las diferentes formas de hacer minería en el país, es necesario analizar las formas de recolección y el destino de la producción minera.
Según el historiador, la recolección de oro antes de la colonia era sobre todo de manera aluvial, es decir en los ríos más que en la mina, este método se conocía como la huayra “se separaba el oro de todos los otros componentes por medio del calentamiento”, según indica este procedimiento se ha encontrado en Zaruma en la provincia de El Oro, y probablemente también se realizó en la Amazonía.
Ya en el siglo XIX y a mitad del siglo XX se produce la extracción a escala industrial con la presencia de la empresa minera estadounidense South American Development Company, SADCO, la cual llegó a procesar en promedio 12 mil toneladas diarias, característica de una economía de enclave, según el historiador Galo Ramón
Wilson Licuy enfatiza un poco más sobre las diferencias en el modo de extracción. Recalca que minería ancestral es la practicada históricamente en las comunidades no utiliza más que una batea, un canelón y una pala, con estas tres herramientas, sobre todo las mujeres, van a la orilla del río y realizan el lavado del oro, sin causar daños o impactos ambientales en los bosques, tierra y el agua. Con esta técnica sacan de dos a tres gramos a la semana con lo que cubren gastos en las familias.
Wilson L. también habla de la minería artesanal, donde ya se introducen otros elementos como la bomba pequeña, para él este tipo de minería ya causa destrucción e impacto, sobre todo en los ríos, por la remoción del suelo a profundidad. La arena cambia su sitio y las aguas se mezclan con más sedimentos.
Lidia Andi, desde la FOIN, indica que con la minería a escala industrial entran las empresas extranjeras con maquinarias grandes y dañan todo, la perforación está a unos cuatro o cinco metros de profundidad.
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